CANCÚN, Quintana Roo.- La millonaria inversión que significó la construcción de cuatro puentes elevados urbanos instalados sobre la transitada avenida Tulum y el bulevar Luis Donaldo Colosio refleja pobre beneficio y, por su raquítico uso, parecen obras innecesarias.
La justificación del proyecto se basó en que los lugares en que se construyeron necesitaban estrategias para agilizar el flujo de personas y vehicular, ofreciendo seguridad al peatón.
Pero luego de que en 2015 se puso en servicio el primer puente elevado para peatones y posteriormente los otros tres, con muy contadas excepciones la ciudadanía prefiere seguir exponiendo su integridad física, y hasta la vida, atravesando los peligrosos arroyos vehiculares.
El argumento que dan las personas para justificar el no usarlo es que les resulta cansado escalar, otros refieren su temor a las alturas y algunos más por temas de salud al padecer asma, presión alta y problemas del corazón.
También indican que es mucha la pérdida de tiempo o una molestia utilizar la costosa infraestructura instalada a la altura de la terminal de ADO, así como en las plazas Las Américas y Cumbres y frente al CRIT.
“A veces tienes prisa para ir a trabajar, y estos puentes, en lugar de significar una ayuda te hacen perder el tiempo; es una vuelta muy cansada”, considera doña Rosaura, de 40 años.
“Ese es el principal motivo por el que vemos a mujeres y hombres de todas las edades atravesar por abajo y a cualquier hora del día”, agregó.
Mejores opciones
Con relación al tema, Adriana Martínez Molina, arquitecta urbanista, ha señalado que la construcción de un puente o colocación de un tope peatonal responde a decisiones políticas del funcionario en turno y no a recomendaciones técnicas de expertos.
La especialista, egresada de la Universidad de las Américas con maestría en Urbanismo en la UNAM, señaló que los puentes peatonales son obsoletos y pasaron a la historia en las ciudades del primer mundo desde mediados del siglo pasado.
Sin embargo reconoció que en casos muy particulares se justifica la construcción, pero es la última alternativa a elegir ya que los puentes se convierten en trampa e inseguridad para el peatón.
“Cuando son sorprendidos por delincuentes en la parte superior no tienen escapatoria, principalmente si tienen publicidad o propaganda”.
Señaló que son pocas las personas que usan los que se ubican cerca del ADO, “pero el que se ubica cerca del CRIT es una buena alternativa por ser una vía rápida y proteger a las personas con alguna discapacidad que acuden a ese lugar a sus terapias”.
“La solución son los pasos peatonales que incluyen semáforos peatonales y señalización para regular el flujo vehicular”, advirtió.
“En cada cruce o intersección, la decisión que se vaya a aplicar debe ser consultada con un experto para determinar lo más viable y seguro para el peatón y para el conductor, lo cual incluye una buena señalización para garantizar la movilidad”, concluyó.
Cancelarían obras
Ante el fracaso que han representado, se está desestimando la instalación de más puentes elevados, como se planeaba para El Crucero (en las avenidas López Portillo y Tulum), así como en la intersección de las avenidas Kabah y José López Portillo.
Ahora la Dirección de Vialidad municipal plantea al Cabildo colocar semáforos peatonales en zonas de mayor tránsito.
Francisco Javier Robles
QUINTANA ROO HOY
