Veracruz.-Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz ocultó los hallazgos de centenares de cuerpos a lo largo de su sexenio. En uno de los casos, la Fiscalía se encargó de decir que no eran víctimas, sino “bolsas de excrementos de caballo”.
Según datos oficiales, entre 2010 y 2017, alrededor de 553 personas terminaron sepultadas en 310 fosas clandestinas en la entidad. Familiares de los desaparecidos exigieron un informe oficial, pero las masacres quedaron enterradas.
Un documento entregado por la Fiscalía General del Estado (FGE) evidencia diversos puntos en la geografía veracruzana en los cuales exhumaron restos humanos que fueron ocultados por el gobierno de Duarte.
El 10 de septiembre de 2015, por ejemplo, la prensa local en Alvarado reportó el hallazgo de varios cadáveres semienterrados en un islote frente a la colonia Los Almendros, en los bajos del puente que cruza el Papaloapan; sin embargo, la FGE de inmediato dijo que no había víctimas, que sólo se trataban de “bolsas de excremento de caballo”.
Pese a las protestas de madres que demandaban saber qué había pasado ese día, la Fiscalía no emitió información oficial. Sin embargo, en la presente administración se dio a conocer que en ese entonces, el personal de periciales localizó tres fosas, de las cuales, se sacaron 38 restos humanos, no cuerpos enteros, sino descuartizados, lanzados al islote desde lanchas.
En el predio El Arbolillo, también en Alvarado, se hallaron 47 cráneos en ocho fosas.
También fueron hallados restos en Álamo, Temapache, Tamiahua, Poza Rica, Tihuatlán, Alto Lucero y Cosamaloapan.
ANTES DE PLAZA AMÉRICAS
En el rancho El Renacimiento, en la zona norte de la ciudad de Veracruz, fueron hallados 59 restos humanos en 27 fosas clandestinas el 6 de septiembre de 2011, días antes de la matanza de Plaza Américas, hecho atribuido mediante redes sociales a un grupo de la delincuencia organizada.
Hasta ahora, de esa masacre sólo se conocían rumores que hablaban de docenas de cuerpos que habían sido apilados y semisepultados cerca de un punto conocido como Las Casas Fantasmas, dentro del polígono ejidal de San Julián, muy cerca de lo que hoy es Colinas de Santa Fe.
En esa ocasión, los pocos reporteros que dieron cuenta del movimiento policíaco fueron amenazados por la delincuencia y las autoridades, incluso los mismos periodistas se prestaron al acoso y a evitar que ese “rumor” siguiera corriendo en las redacciones o que llegara a oficinas de medios nacionales.
El 20 de septiembre de ese mismo año, 35 cadáveres, de los cuales 12 eran mujeres, fueron abandonados debajo de la glorieta de los Voladores de Papantla, cerca de Plaza Américas, a plena luz del día.
El hecho fue minimizado por la entonces vocera, Gina Domínguez Colio, quien destacó que la mayor parte de esos muertos eran integrantes de Los Zetas, aunque ahí había incluso niños, policías y un soldado.(Agencias/Quintana Roo Hoy)
