“Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”, mural realizado por el pintor mexicano Diego Rivera (1886-1957), refleja una línea del tiempo sobre la historia de México y es uno de los principales atractivos del recinto que lo alberga y que lleva su nombre.
Al ofrecer un recorrido por el Museo Mural Diego Rivera, el encargado de comunicación educativa, Richard Conkling Romero, compartió con los asistentes una breve explicación sobre la historia del recinto ubicado en el Centro Histórico de esta capital.
Recordó que el mural fue creado con el objetivo de estar en el salón comedor del hotel Del Prado, pero debido al terremoto de 1985 en la ciudad de México, sufrió algunos daños y fue trasladado a un nuevo lugar con el fin de crear un museo que lo resguardara.
Conkling Romero indicó que para trasladar el mural se recortó una parte de la pared con una estructura de metal de 15 toneladas, que aún se puede apreciar en la parte posterior de la obra, el traslado solo era de unas cuantas calles, pero duró 12 horas para evitar dañarlo.
Detalló que el pintor Diego Rivera inició el mural en julio de 1947 y lo terminó en septiembre del mismo año, con la ayuda de sus alumnos Rina Lazo y Pedro A. Peñaloza, así como el químico Andrés Sánchez Flores, quien ayudó a crear los diferentes tonos de colores.
En el mural incluye 76 personajes diferentes y una línea del tiempo dividida en tres secciones donde muestra características de la conquista española, personajes ilustres de la época y las revueltas de la revolución mexicana.
Como parte de la explicación, Richard Conkling realizó preguntas al público para crear inclusión y disipar las dudas que fueron surgiendo, así como aportar datos curiosos que integran el mural.
Explicó que una característica del mural son los soñadores: personas que aparentemente duermen, pero en realidad se imaginan diferentes situaciones o acontecimientos que arriba de ellos se puede apreciar.
En este sentido, indicó que Diego Rivera narra y expone visualmente parte de sus sueños, recuerdos de su vida durante la niñez y juventud, también muestra actividades culturales de aquella época como el paseo de la gente adinerada y vendimia todo en el marco de la Alameda Central de la Ciudad de México.
“Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” es un mural realizado al fresco, su tamaño es de 4.17 metros cuadrados de ancho por 15.67 metros cuadrados de largo y pesa 35 toneladas.
Al finalizar el recorrido y como parte de los talleres educativos que ofrece el museo, se exponen las tres fases del proceso de creación de un mural al fresco y se invita a los asistentes a crear su propio símil del mural en tela de manta.
Los recorridos guiados se realizan con previa reservación para un máximo de 30 personas por grupo y los asistentes pueden apoyarse de un video interactivo que explica a cada personaje del mural.
Además, se ofrecen recorridos a personas con discapacidad, de acuerdo a cada necesidad y en un futuro se hará la traducción del recorrido virtual a diferentes dialectos.
Fuente. Notimex