No hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla y el de Carlos Joaquín llegó. Ahora es cuando nosotros mediremos el agua a los camotes y entonces ver, hasta donde realmente cumplirá el caballero con los compromisos de honor y justicia que tanto se tejieron en sus discursos demagógicos.
El gabinete que conformará su equipo presenta fallas ya de entrada, pero es que realmente es imposible poder encontrar garbanzos de a libra entre la clase politiquera.
Me parece que el señor Carlos no podrá cumplir con sus compromisos, y menos cuando hay palabras empeñadas, pues aunque se busque la neutralidad ésta es completamente imposible. Siempre habrá el compadrazgo diluido, entretejido, expuesto. Lo interesante seria que realmente las personas con quienes generó lazos antes y durante su campaña tengan algún grado de compromiso y honradez, pero parece que no.
Dentro de este equipo ya hay quienes vienen cual vaca moteada, mostrando tremendos manchones que gritan deshonra y falta de compromiso pero que seguramente y como es normal, habrá una negación sobre tan oscuros antecedentes.
Tal es el caso de la persona que quedó en la Secretaria de Educación, la señora Marisol Alamilla Betancourt, ex docente, quien al parecer tiene tres nombramientos con sus respectivas claves presupuestales y por las que aparecen un total de $ 180 mil en salario aproximadamente. ¡Imagínese usted! Lo que se es capaz de hacer por vivir a otro nivel.
No quiero pensar mal y ser injuriosa sin fundamento, primero hagamos una revisión macro para entender la micro en cuestión de dilemas económicos y tratar de entender el proceder de tan sublime dama antes de blasfemar.