¿Alguna vez habías escuchado hablar sobre el oro azul? Yo en realidad no estaba muy familiarizada con el término hasta que empecé  a saber más sobre la importancia del recurso hídrico, así es, el oro azul, tal como lo pensabas, se refiere al agua; pero este oro está muy relacionado contigo, que vives en la Península de Yucatán, incluso más de lo que crees, por eso hoy en te quiero explicar algunas cosas que te van a sorprender.

Vivimos en una crisis medioambiental en general; hay muchos cambios en el mundo, la naturaleza, entre otros, pero el que más podría preocuparnos a corto plazo es la escasez de agua, porque en muchas partes del mundo e incluso de nuestro propio país, ya es una realidad, ¡No hay agua!

La semana pasada escribía que reforestar nos dará agua, pero ahora hablaremos de los cenotes y lo que tenemos bajo nuestros pies, que no es tan visible, pero es de gran relevancia para nuestra supervivencia.

Según información de la FAO, para el 2025 aproximadamente el 80% de las aguas potables del mundo provendrán del suelo kárstico, o sea, de los suelos que tenemos en la Península de Yucatán. Pero, ¡Tenemos un problema! Los desarrollos sin regulaciones, permisos ni estudios geográficos ni hidrológicos que se construyen sin mesura, están peligrando estos ecosistemas que muy pronto, serán lo único que nos dará este vital  recurso.

En Quintana Roo, lo he dicho muchas veces, somos muy privilegiados por toda la biodiversidad que tenemos, poseemos una de las últimos selvas intactos del país, así como también tenemos uno de los sistemas de cuevas más grandes del mundo, que a pocos metros de nuestros pies, alberga este gran oro azul del que te hablo; sin embargo, al poseer estas dos grandes riquezas, también tenemos la inmensa responsabilidad de cuidarlas.

El desarrollo en esta zona debe de estar vigilada y regulada con estudios minuciosos, llevados de la mano de expertos que conozcan a la perfección nuestros suelos kársticos. Es momento de contemplar en cada proyecto el oro que más vale en esta tierra, el recurso que propiamente nos da vida, y por eso quise escribir sobre él, para ponerlo en el mapa y darle importancia a lo que está bajo nuestros pies.