Voces

Violencia familiar parte II

Ya te he mencionado que ser víctima de violencia genera un pánico por las posibles reacciones del agresor, no por lo que la víctima hace, sino por lo que el agresor piensa que haces.

Sin embargo, no es hasta que vencemos nuestros miedos que podemos comenzar a ser libres.

¿Cómo sabes si sufres violencia familiar?

El miedo es un factor importante, muchas veces no lo detectamos, cambiamos nuestro comportamiento, nos aislamos de nuestros amigos y círculos sociales, existe control sobre tus actividades por parte del agresor.

Si sabes de alguien que sufre violencia ¿Qué puedes hacer?

Primero te sugiero llamar al 911 y pedir la protección del GEAVIG, ellos son los Grupos Especializados de Atención a la Violencia

Familiar y de Género que brinda atención directa como:

Psicológica: acompañamiento emocional y atención para las víctimas.

Legal: orientación y asesoría jurídica, para iniciar trámites correspondientes.

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Asistencia social: apoyo en situaciones críticas, como abandono de menores o extravío de personas.

Este grupo brinda apoyo en situaciones de violencia familiar, abuso sexual, violación, maltrato infantil, abandono de menores y personas extraviadas

Como segundo paso debes interponer la denuncia correspondiente y solicitar medidas de protección para evitar que se acerque la persona tanto a ti como a tu entorno.

A veces puede existir una sensación de falta de apoyo, atención o sentirte vulnerado hasta por las instituciones de apoyo, pero no debes desistir, hay que darle seguimiento.

Estas medidas de protección las das de alta llamando al 911 y manifestando que tienes una medida de protección, te agregan al sistema y en caso de alguna situación llamas al 911 y como ya hay una medida previa, se ejecuta el grupo de GEAVIG, dando seguimiento y monitoreo, así como estar en contacto directo con el grupo más cercano en caso de reincidencia.

Sea cual sea el origen de la violencia, NUNCA es tu culpa, el agresor intenta hacerte creer que lo mereces o que eres responsable de su reacción, nadie merece sufrir violencia ni como penitencia o castigo por malas decisiones o errores, no es correcto normalizar las conductas de violencia, nunca es justificable.

Recuerda que asistir a terapia es muy importante para poder salir de ese entorno y cerrar ese ciclo.

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Publicado por
Javier