Por: Karla Russel
Ahora que se formalizan las campañas electorales y las circunstancias recientes entre periodistas, políticos y sociedad cobra una sobre dimensión, permítame explicar por qué, amable lector.
Los medios de comunicación son creación de la administración pública, del poder. Nunca nacieron con fines altruistas y de la mera actividad socialmente pura. Para eso, vaya a un café, una fiesta o si tiene, su propia red social virtual.
Ahora, si está leyendo esto, es pertenece a la opinión pública, pero además, si es empresario, activista o altamente intelectual, pertenece a la élite de esa opinión. Para usted los medios informativos seleccionan lo que debe de saber, incluidas las encuestas. No al grueso social que ni intenta saber.
Pero si usted, además es político, bienvenido al triángulo. Periodistas, opinión pública y partidos políticos conforman ese triágono que en modo codependencia tóxica se llama “infernal”. Atacarse entre unos y otros y además mentir, falsear y manipular información es como el azufre que abunda en el “bajo astral” (se sabe).
La cosa es que ningún político sobrevive sin un medio informativo, la opinión pública no lo identificaría. Por eso un medio jamás desaparece, incluso se crea uno nuevo. Pero si el medio ya está creado, en realidad el poderoso es el dueño, no el político, eso por favor recuérdelo. Y la opinión pública necesita a políticos y periodistas para informarse. No puede haber ningún mundo ajeno a los intereses colectivos.
Ahora que queda claro esto, la lógica es pensar cómo salir de esa triangulación insana. Leer a todos los medios que pueda, opositores y simpatizantes; escuche su círculo social e indague por propios medios a su político predilecto. Aunque siendo honestos, nunca será tal hasta que vea el propio beneficio y luego el colectivo.
Tampoco discuta con apasionamientos, la polarización también es un juego perverso, la regla del averno. Pero si se radicaliza hágalo muy convencido y no manipulado y por último, sepa que hay de periodistas a periodistas. Algunos incluso son monos voladores y otros tienen trayectoria, estudios y verdades. Respete.
Entendamos, nadie puede tener todas las aristas de un hecho, pero busquemos la objetividad.
Y por último, si no sabe a quién irle de todos (medios, políticos, opiniones) no se vuelva ni fan ni seguidor si quiere, pero tampoco indiferente. Tibios nunca porque se vomitan. Pegado al infierno está el cielo, sólo hay que saber dónde se está parado.