Cancún cumple el próximo lunes 20 de abril, 50 años de haber surgido de entre la selva y el mar para convertirse en la “joya turística” de México y en un destino de oportunidades y desafíos para miles de mexicanos y extranjeros que aquí vivimos.
Ha sido durante cinco décadas, un destino modelo, integralmente planeado, imán de inversiones y turistas, paradisiaco, exitoso y multipremiado, anhelado para muchos, lleno de riquezas naturales, vestigios arqueológicos y las mejores playas del mundo, pero sobre todo un lugar que ha sido tierra fértil y destino de miles de inmigrantes que han encontrado aquí una mejor calidad de vida.
Cancún se construyó de la mano de hombres y mujeres, que dejaron todo, su tierra, familia y su zona de su confort para venir en busca de un porvenir y sin saberlo a ser parte del éxito de estos primeros 50 años.
El destino se ha levantado y construido con cimientos sólidos, con el coraje de su gente, pioneros, inmigrantes, inversionistas y las nuevas generaciones de cancunenses nacidos en esta tierra pródiga y exitosa.
Han sido 50 años de éxito, un destino tan fuerte que ha soportado la fuerza destructora de los más poderosos huracanes, como “Gilberto” (1988) o “Wilma” en el 2005, que causaron gran destrucción, pero que se volvió a reconstruir para retomar su éxito.
Cancún ha enfrentados eso y más, el virus de la influenza NH1N1 en el 2009, la pérdida de sus playas por erosión y el fenómeno del sargazo, entre otros imponderables.
Esta vez, la fiesta del 50 aniversario no tendrá invitados, Cancún se enfrenta a la peor crisis de su historia, sin la fuerza del turismo y de las manos trabajadoras que lo han construido y levantando a lo largo de cinco décadas.
Cancún, el modelo de éxito turístico que trae a cerca de 24 millones de turistas al año y que es motor de la economía estatal, está en bancarrota, pero no derrotado.
El éxito de cinco décadas se ha esfumado en unos cuantos días, el virus y el miedo se han convertido una ola devastadora que paralizó la maquinaria turística, cerró hoteles, empresas, parques temáticos y atracciones, prohibió las playas y quebró la conectividad aérea.
El virus y el miedo, dieron paso a la destrucción de miles de empleos y de pequeñas y medianas empresas que han lanzado un S.O.S para ser rescatadas de esta pandemia que las tiene a punto de quiebre.
Cancún llega a su 50 Aniversario, como epicentro de una pandemia que ha destruido miles de empleos y fuentes de trabajo, que tiene encerrados a millares de familias por temor a contagios, sin ingresos y una crisis alimentaria cada día más compleja.
La capital del turismo en México, colapsa junto a la Riviera Maya, con 100 mil cuartos de hoteles cerrados para convertirse en la “zona cero” de la debacle turística y económica.
Cada cuarto de hotel en sistema todo incluido, genera un empleo directo y 2.5 indirectos, los que operan bajo el sistema plan europeo, producen 1.5 empleos directos y 4 indirectos por cuarto, todos se han perdido.
Españoles cerraron, sembraron miedo y desempleo
En el umbral de esta catástrofe turística que viven Cancún y Quintana Roo por el Covid 19, fueron los hoteleros de las cadenas españolas los primeros en tirar la toalla.
Los primeros efectos de la pandemia en Europa, principalmente en Italia y España, fue el detonante para que los dueños de las cadenas hotelera españolas comenzaran a despedir empleados, cerrarán hoteles y dejaran tirado a sus trabajadores y a un destino que les ha dado todo durante muchos años.
Suman más de 35 años que los hoteleros españoles tienen presencia en Cancún y zona norte del estado, empezando por la cadena Meliá que llegó en 1985, seguidos del grupo Oasis, Iberostar, Barceló, Riu, Excellence, Palladium, Sirenis y NH entre otras, obteniendo grandes beneficios, incentivos y miles de millones de euros en ganancias.
El extinto Consejo de Promoción Turístico de México, invirtió a lo largo de los años, miles de millones de dólares en la promoción turística internacional de Cancún y Quintana Roo en ferias de todo el mundo, publicidad en la que se sigue invirtiendo desde el Fideicomiso de Promoción Turística de Quintana Roo y de la que estas empresas españolas se continúan beneficiando.
Por años han sacado provecho de la belleza natural de Quintana Roo y su oferta turística como playas, zonas arqueológicas, parques, atracciones, infraestructura, conectividad aérea y la calidad de mano de obra.
No se vale, que ante el golpe devastador de la pandemia y el colapso del turismo, sean los primeros en cerrar y echar a la calle a sus trabajadores.
No hay excusas.
Es cierto que generan empleo, pero también reciben incentivos; los salarios que ofrecen son de hambre y apenas se nivelan con las propinas.
No queda de otra que levantarnos nuevamente, ya lo hicimos y lo volveremos a hacer.
Sirva esta pandemia que marcará tu historia para reinventarte Cancún.
¡Felicidades! por tu 50 aniversario.