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Sacrificio de animales: un rito que debe erradicarse

Sacrificio de animales: un rito que debe erradicarse

Por: Sara Eugenia Rincón Gallardo y García
Presidenta de Luum Balicheo A.C.

El sacrificio de animales con fines rituales es una práctica que proviene de creencias y supersticiones de siglos atrás. En el caso de los felinos, muchas culturas y corrientes esotéricas les atribuyen la capacidad de ver el “mundo astral”. Esto ha llevado a que, tanto quienes se autodenominan “magos blancos” como quienes practican la magia negra, utilicen a estos animales en sus rituales.

Los “magos blancos” dicen emplearlos para “purificar” a personas, mientras que los practicantes de magia negra los sacrifican buscando supuestos beneficios de fuerzas oscuras, creyendo que entre más gatos maten, mayor será el poder obtenido o el daño que puedan causar a otros.

No solo los gatos son víctimas: también se usan perros, cabras, gallinas, gallos, cerdos y, en algunos casos, palomas blancas o negras. Tras los rituales, los cuerpos suelen ser abandonados en parques, colgados en árboles o dejados junto con hierbas y utensilios utilizados. En Cancún, por ejemplo, se han encontrado restos en espacios públicos, e incluso en lugares cercanos a áreas donde juegan niños.

Pese a que estos hechos han sido denunciados, muchas veces las autoridades no les dan la importancia debida. Por ello, en varios estados y ciudades del país —incluyendo Cancún— las sociedades protectoras, refugios y albergues suspenden temporalmente las adopciones de animales a partir de septiembre, ya que es en estas fechas cuando aumenta el riesgo por festividades o rituales.

Hay casos conocidos en México donde esta práctica se ha vinculado a regiones como Catemaco, algunas comunidades de Yucatán, Tabasco y otras partes de la República. En Cancún, se ha denunciado la presencia de grupos que practican santería, lo que ha incrementado la preocupación por el bienestar animal.

 

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Recomendaciones para la ciudadanía

• No permitir que perros, gatos, aves o cualquier animal de color blanco, negro o blanco con negro salgan a la calle sin supervisión.

• Evitar adopciones durante estos meses, especialmente a personas desconocidas.

• Reportar de inmediato cualquier hallazgo de restos animales o indicios de rituales.

• Denunciar formalmente ante la Fiscalía de Medio Ambiente y Maltrato Animal, proporcionando fotos, ubicación, videos o cualquier evidencia que permita actuar.

En pleno siglo XXI no podemos seguir permitiendo que creencias arcaicas y supersticiones cobren la vida de seres inocentes. Es tarea de todos —ciudadanos, autoridades y organizaciones— proteger a los animales y erradicar estos actos de crueldad.
Hago un llamado a los habitantes de Quintana Roo y de todo México: cuidemos a nuestros animales, eduquemos a las nuevas generaciones y denunciemos cualquier acto de maltrato. Solo así podremos terminar con esta aberrante práctica.

Publicado por
Daniela Balbuena