Reflexiones: “Tinta del cielo”
CORAZÓN DELATOR
Por: Reyes Saúl Bak Poot
Edgar Allan Poe en el cuento “El corazón delator” nos muestra la tortura mental y emocional de su protagonista, y afirma no estar loco. Planea un crimen meticuloso y lo ejecuta. Pero hay algo que no puede controlar: el sonido del corazón que late debajo del suelo… o dentro de él mismo. Es la culpa. Es la conciencia. Es su corazón delatándolo.
La Palabra de Dios declara sin rodeos en Jeremías 17:9-10:
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón…”
Vivimos en una época donde se dice: “Sigue tu corazón”, pero ¿y si el corazón no es una brújula confiable, sino un instrumento corrupto y mentiroso?
Así como el asesino de Poe no pudo callar la voz de su culpa, nosotros no podemos acallar la verdad que el evangelio nos grita: que nuestros pensamientos, emociones y deseos necesitan redención. El corazón humano, sin Cristo, no guía hacia la libertad, sino hacia la autojustificación, el autoengaño, la ruina moral y emocional.
La conciencia puede ser sensible, endurecida o falsa. Pero Dios no se deja engañar: Él escudriña lo más profundo, no para condenar al que se arrepiente, sino para restaurar al que se rinde.
¿Hay algo que tu conciencia te ha estado recordando, pero tú intentas silenciar?
¿Confías más en tu corazón que en la Palabra de Dios?
“No todo lo que el corazón aprueba, Dios lo acepta. Pero todo lo que Dios transforma, el corazón lo puede aceptar y disfrutar.”
El evangelio no nos invita a confiar en el corazón, sino a rendirlo. Cristo es el único que puede dar un corazón nuevo, uno que ya no mienta, ni viva cargado de vergüenza y culpas, no sabotee, sino adore.
Haz una pausa. Pídele hoy a Dios:
“Muéstrame si hay engaño en mi corazón, y guíame en el camino eterno” (Salmo 139:23-24). Haz una acción concreta de arrepentimiento, reconciliación o restitución, deja de huir, negar tus mentiras, infidelidades y corrupciones y asume tu responsabilidad y déjate guiar por la propuesta de perdón y cambio que Dios ofrece.
Reyes Saúl Bak Poot