Con más de 1.400 millones de habitantes, es decir una sexta parte de la población mundial, es, en 2023, el segundo país más poblado del mundo, después de la India.
Los chinos poseen ventajas y pretenden aprovechar, en particular, sus fortalezas internas, derivadas de su historia milenaria. El universalismo totalitario es una triste página de la historia que está pasando; el mundo del mañana será verdaderamente multipolar, liderado por las potencias emergentes de Oriente.
China es actualmente el país más influyente del mundo. A medida que el imperio estadounidense continúa desintegrándose desde dentro, es probable que China se convierta en la próxima potencia hegemónica. El tamaño de la economía china ya ha superado al de Estados Unidos.
En otras formas de poder social, militar e ideológico, China aún se queda atrás, pero se está poniendo al día con Estados Unidos.
Por ejemplo, la industria cinematográfica china ha producido varios éxitos de taquilla mundiales, incluyendo los 100 más taquilleros de la última década. Estados Unidos, por supuesto, domina, con más del 80% de los éxitos de taquilla mundiales, pero China es el segundo competidor y el de mayor crecimiento.
En cualquier caso, China aún tiene un camino por recorrer. Para que China siga ganando terreno y finalmente supere a Estados Unidos en varias áreas. Todo esto dependerá en gran medida de su cohesión y estabilidad internas.
La principal preocupación de la clase dirigente china debería ser la grave sobreproducción de graduados y la consiguiente alta tasa de desempleo entre los académicos.
El bienestar social, por otro lado, ha mejorado considerablemente; el progreso en este ámbito es simplemente asombroso.
La desigualdad económica en China aumentó considerablemente entre 1975 y 2010, pero ha dejado de crecer desde entonces.
Además, no debe olvidarse que la sobreproducción de ricos solo es desestabilizadora en sociedades donde pueden transformar su riqueza en poder político. Lo que, los líderes chinos siempre han procurado evitar tal evolución, tanto en el pasado como en la actualidad. En resumen, China crece a la velocidad del sonido. Nuestro futuro será chino. Así que acostúmbrense a comer arroz.
FIN