En el año 2016 los quintanarroenses decidimos que “no más PRI” y votamos no por el PAN, sino por quien nos aseguraba un cambio. El cambio llegó, pero no de la manera en que esperábamos, y en Chetumal instalamos a un hombre vestido de azul, y con sangre tricolor. Y válgase la comparación, Carlos Manuel Joaquín González resultó peor que Roberto Borge Angulo.
Ninguna dependencia de las que conforman el gobierno estatal se ha salvado de los abusos y excesos. Y es que durante la presente administración incluso todos los funcionarios se han servido a manos llenas, y durante la recta final seguramente el hambre se acrecentará, y querrán saquear hasta el último centavo. La salud, educación, seguridad, y hasta los recursos asignados al deporte han sido desviados de una manera por demás descarada.
Los escándalos han sido muchos. La administración joaquinista comenzó primero con un contrato multimillonario para uniformes escolares asignado de manera irregular a una empresa con domicilio falso, Adicon, S.A. de C.V. Por tal ilícito, el ex oficial mayor, Alamilla Ceballos, solo fue “regañado” públicamente por el secretario de la contraloría Dergal del Pozo, conocido delincuente de cuello blanco.
En 2018, en colaboración con la asociación Somos Tus Ojos, exhibimos un super amañado contrato de arrendamiento de patrullas, motocicletas y una camioneta para traslado de elementos policíacos, firmado entre la Secretaría de Seguridad Pública y la empresa Fleet and Lease Solutions, en el que la arrendadora se comprometía a proveer de patrullas modelo 2017 y en la práctica fueron entregadas no solo camionetas de ese año, sino que al menos un 20 por ciento en patrullas “reparadas” de años como 2011, 2012, y 2015.
Ni qué decir de los millonarios recursos asignados al área de salud que fueron perversamente utilizados para reconversiones de algunos hospitales a áreas COVID, y la renta de carpas, etc. La lista de irregularidades es larga; ni el INMAYA se salvó, y seguramente durante la recta final las cosas no cambiarán para bien de los quintanarroenses. Carlos Joaquín se irá, dejando un estado en muy mal estado. Por lo pronto, otros perversos personajes ya andan en abierta campaña tratando de echarse a la bolsa a los del sur. Y es que si algo ha hecho bien el gobernador, que alguien me lo señale porque yo solo he visto corrupción, incluso abusos cometidos por la propia familia.