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Piratas del Caribe

POR ALEJANDRO PALOMEC

Cuando escuchamos “Piratas del caribe” lo primero que se nos viene a la mente es al famoso Jack Sparrow con su extraño comportamiento e increíbles aventuras. Estos personajes han existido desde que la humanidad salió a explorar el mar. Eran hombres que aprovechaban el comercio marítimo para asaltar, secuestrar o matar. Especialmente en el caribe, habitaban muchos grupos por la geografía del lugar, es decir, tenían muchos lugares en donde esconderse.

Los tiempos han cambiado, pero las practicas siguen siendo las mismas: asaltar, secuestrar o matar. Vivimos en el caribe y desde hace muchos años, grupos de personas han aprovechado de su geografía para realizar diferentes tipos de crímenes. 

Primero, desde hace más de 20 años, el caribe mexicano ha sido puerto para recibir a inmigrantes de la isla de Cuba, está práctica sigue vigente hasta el día de hoy. Tal vez uno piense ¿cómo lo hacen, si tenemos una base de la Marina en Isla Mujeres?, la respuesta es: muy rápido. Para trasladar a las personas utilizan lanchas casi de carreras. Imagina lo siguiente: una lancha hermosa, de unos 10 metros de largo, con 3 o 4 motores fuera de borda; estás máquinas vuelan sobre el mar para hacer el menor tiempo posible para ir a la isla y regresar con tiempo de sobra para esconder tremendo bote. Así son las lanchas que usan para traficar personas. 

Segundo, los narcotraficantes han visto una oportunidad para usar el mar como medio para cumplir con su objetivo. Aprendieron camuflar lanchas pesqueras como bodegas marinas y construir pequeños submarinos para traficar droga, pero no termina ahí. También han visto que es más fácil huir por mar, esto es por las ejecuciones tipo CSI Miami, donde dos sujetos llegan en una moto acuática y disparan hacía la costa, estos criminales prefieren huir hacía la marina de los hoteles dónde pueden esconderse entre otras motos como cualquier otro turista.

Tercero y la más reciente. Esta semana asaltaron a una familia en su propia embarcación dentro de la laguna Nizuc. Los asaltantes abordaron el yate desde un vehículo no motorizado (pudo haber sido un kayak o una tabla profesional), pidieron comida y objetos de valor, dañaron la embarcación y huyeron, justo como cuentan las leyendas. Si eres un prestador de servicios o simplemente eres un aventurero del mar, tienes que recordar que los criminales también saben flotar, como las ratas.

 

Publicado por
Redacción Quintana Roo Hoy