Escuche mientras lee: “Pobrecito mi patrón”; inspiración inmortal de un ídem; Facundo Cabral, en la excelsa interpretación de Alberto Cortés. “Solamente lo barato se compra con el dinero”.

Estos cambios que nos llevan sólo de la mano porque los pies no tocan el piso de tan vertiginoso que es el movimiento, resultan todo un reto a la inteligencia, a la paciencia, pero sobre todo, a la humildad. Los paradigmas se han roto, han cambiado radicalmente, sobre todo en la comunicación; haber pasado por ejemplo del formato tipo Sábana al Tabloide, fue sólo el inicio de la revolución en la ciencia de comunicar, pero la digitalización, ésa sí que ha resultado en toda una revolución, no sólo por las diferencias obvias del formato y los tiempos de publicación, es un replanteamiento radical, ergo revolucionario, de hacer periodismo.

Pero ocurre que nos aferramos al pasado; posiblemente por comodidad, o tal vez por una incapacidad inconfesable que incomoda y por lo tanto, se niega, se visceraliza, cuando que en realidad, lo que tenemos hoy entre manos, es una increíble, maravillosa, enorme oportunidad de hacer más eficiente, oportuno y de mucho mayor calidad la forma de hacer periodismo y sólo es cuestión de permitir que la luz entre por las pupilas y no que éstas la emitan, pues esto siempre ha sido absolutamente imposible.

Los comunicadores no somos más que parte del medio y en una dinámica de comunicación social, facilitadores del proceso, nunca eruditos, jamás ‘líderes de opinión’, y mucho menos, la Hidra de antaño que tumbaba a patadas las puertas de las oficinas públicas para amedrentar, amenazar y obligar a ‘los grandes convenios’; hoy, el sólo hecho de la transparencia en la administración pública, hacen ya imposibles los jugosísimos convenios de las décadas anteriores y esto está generando el cierre de medios de comunicación, quienes sólo sabían vivir de los “convenios”.

Los medios de comunicación estamos llamados a evolucionar, a seguir siendo el lugar en el que convergen los profesionales y profesionistas de las ciencias de la comunicación y esto no tiene nada que ver con el nombre o el apellido del medio, tiene que ver más bien con la capacidad y calidad de quienes en él laboran, el nombre de un medio se lo dan sus trabajadores, desde el que reportea, hasta el que circula, o dicho de otra forma, desde el que reportea o produce, hasta el que sube los mensajes a la red.

Los medios de comunicación, históricamente hemos tenido una obligación con la sociedad a la cual pertenecemos y ésta es, proporcionar todos los elementos, todas las voces, todas las aristas de los hechos, a fin de que cada quien los interprete desde su muy particular experiencia de vida, valores, creencias y paradigmas.

¿Sabe usted qué porcentaje dedican las empresas particulares a la publicidad a través de redes sociales?, 70 por ciento y el restante 30, a los impresos; por algo será, es difícil creer que quienes viven en el error son ellos, son sólo atavismos que nos aferran.

En este paso a la digitalización total que, como planteaba Mc.Luhan, no es otra cosa que la extensión de algún sentido humano, existe este fascinante periodo híbrido donde lo digital se refuerza con el impreso; -de ninguna manera puede ser al revés- y en este momento, resulta en la ventaja de mover algo con dos motores, así de increíble, es como cuando pisa usted a fondo el acelerador de un vehículo que se mueve con un motor a gasolina de 3.8 centímetros cúbicos y la fuerza de un motor eléctrico en la retaguardia; al exigirle el máximo de potencia, entran ambos motores para hacer del vehículo un auténtico bólido.

Así de eficiente y divertido se hace el ejercicio en ambos formatos, aún se pueden dividir técnicas o estrategias; formatos y contenidos, se ensancha la barra de posibilidades; lastimosamente vemos que en muchos casos, los contenidos de ‘las redes’ son exactamente los mismos del impreso.

OPORTUNO EL EVENTO: ENCUENTRO INTERNACIONAL DE AUTORIDADES LOCALES

Es evidente que sólo a través del intercambio de experiencias y de alternativas es como la administración pública puede contabilizar logros. En un mundo globalizado, en el que todos los países y sus respectivos estados y municipios viven los mismos retos, por más diferente que sea su realidad geopolítica, económica o social y lo más importante, es claro que existe ya una mayor conciencia hacia el hecho de que, sino se trabaja en un esquema que considere todos los factores, aun el ambiental, la política administrativa será un fracaso.

Y desde mi muy particular punto de vista, me parece que resulta además en una gran oportunidad para que el Gobierno de Quintana Roo ponga algunos puntos sobre las íes para la administración federal, a fin de que “todos tengamos los mismos datos”.

Y parece chiste, pero no lo es, son esas diferencias las que pueden estrangular la relación interinstitucional; es el viejo tema del “teléfono descompuesto”, pues es evidente que tanto al presidente de la República, como al propio gobernador, se les acercan cualquier cantidad de oportunistas y especuladores que les hacen ver otras realidades y que, desafortunadamente, luego se convierten en los motivos de decisiones que van minando, horadando.

Este esfuerzo que está haciendo la administración pública de Solidaridad redunda en muchos beneficios; primero porque no sólo asisten autoridades, van empresarios y destacados investigadores. Desde luego que el tema para la Riviera Maya, así como para el resto del estado, es la arribazón de sargazo y un tema adicional que debieran poner sobre la mesa y no bajar hasta no obtener una respuesta medianamente favorable: la erosión de las playas, en especial en la Riviera Maya.

Habrá que estar al pendiente de cuáles son los resultados de esta reunión y será importante considerar también que, las animadversiones políticas o de cualquiera otra índole con alguna autoridad municipal, no deben ser motivos para tratar de sabotear o denostar los trabajos que se hacen en aras de mejorar las condiciones generales del municipio, pues de entrada, lo que se sabe es de la derrama económica que, en plena temporada baja generará la visita de cuando menos 1 mil 500 personajes que vienen a trabajar a la Riviera Maya, es considerable, por lo menos de unos 20 millones de pesos.

Buongiorno.