En el proceso evolutivo de la humanidad, existen momentos determinantes que han marcado grandes diferencias, saltos cuánticos que han permitido dividir en etapas la historia del ser humano y sin detenerse ni un instante, sigue sin parar tanto la
evolución con la involución, tanto los avances como los retrocesos y los intentos, así como los logros.
En este proceso de evolución y re evolución, se han motivado miles de héroes y heroínas que actúan pensando en el futuro de las nuevas generaciones y han logrado independencias de países completos, derechos humanos para todos y avances científicos y tecnológicos que facilitan la forma de vida y la prolongan.
Sin embargo, ni todos son igual, ni todas diferentes, se refiere a que no todos los que dicen buscar el bien común, realmente lo buscan, sino al contrario, usan a las personas para lograr objetivos más individuales o de grupo y ni todas son diferentes, ya que cada día ha prevalecido el virus de la ambición, y pareciera que todas las personas involucradas en estos procesos de cambio, son iguales, pero la realidad es qué hay de todos los niveles y todas las calañas.
Sin embargo, lo importante no es quienes son los actores los que hacen los cambios y evoluciones, sino más bien los seguidores son los que realmente conceden ese poder y esa decisión y a la vez lo pueden quitar en cuanto son conscientes y es ahí donde estriba la clave.
Elevar la conciencia de las personas es la mejor manera de lograr que una sociedad sea más justa, equitativa y próspera; lograr que las nuevas generaciones tengan ese sentido de lucha por una mejor sociedad, sería el mejor legado que se puede dejar para preparar un mundo mejor y más humano, porque ni todos son iguales, ni todas diferentes.