¿De dónde sacan valor los expresidentes para enfrentar a Obrador?
¿Para dar la cara y despreciar la vieja regla de oro de no intervenir en política?
Critican al actual régimen como si hubieran sido grandes estadistas.
Y, ¡claro!, los jerarcas de la 4T les están poniendo una tunda fenomenal.
El propio AMLO respondió a Ernesto Zedillo y Felipe Calderón, quiénes en un foro de la Fundación Internacional por la Libertad en Madrid, advirtieron de “peligros” para la democracia por la reforma del INE propuesta por Palacio.
“Ternuritas…”, les dijo.
Pero quien mejor ha defendido la causa guinda frente a los antecesores del tabasqueño, es la jefa de Gobierno de la CDMX y “corcholata” puntera, Claudia Sheinbaum, que en una videocolumna de tres minutos en redes sociales les dio una breve pero sustanciosa paliza.
A Calderón, lo primero que le recordó fue que en 2006 llegó al poder a través de un fraude avalado o incluso “fraguado” por el entonces IFE.
Se robo la presidencia, pues.
“No tiene autoridad moral para hablar de democracia”, aseguró Sheinbaum.
Culpó además a “Borolas” de que su guerra contra el narcotráfico “disparó” los homicidios dolosos en el país, y de que “presumiblemente” entregó a Iberdrola decenas de permisos ilegales para operar en el sector eléctrico.
Con esas solas cositas, “el comandante” tiene para pensarlo dos veces.
En el caso de Zedillo, la gobernante trajo a mente el “error de diciembre” por el que millones de mexicanos perdieron sus negocios y patrimonios, y en 1990, para impedir la quiebra de los bancos, endosó su multimillonaria deuda al pueblo de México, que 22 años después, aun paga el FOBAPROA con sangre, sudor y lágrimas.
“…hemos vivido momentos difíciles, pero hay que decir que la economía de México es hoy una de las más sólidas, y el peso es una de las monedas más robustas”, comparó.
Calladitos los expresidentes no se ven más bonitos, pero al menos evitan que tiro por viaje les rompan la jeta.