Por Cristina Escudero

Es terrible que el Tribunal Electoral de Quintana Roo cuente con un magistrado que defienda a quien comente Violencia Política contra la Mujer en Razón de Género y peor aún que también utilice violencia en contra de sus compañeros magistrados, pues quedó claro en las últimas sesiones de dicho tribunal, que Sergio Avilés Demeneghi, intentó “salvar” tanto a Janix Alanis como a Luis Gamero de ser sentenciados, alegando de forma burlona que deberían preservar su “modo honesto de vivir” y en consecuencia no quitarles sus respectivas candidaturas, en este punto, la magistrada Claudia Carrillo fue contundente en sus argumentos, ya que la ley en clara en este sentido y la sanción debe ser ejemplar para que a los políticos o funcionarios públicos les quede claro la gravedad de cometer este tipo de violencia, sin embargo, la misma magistrada fue víctima de otro tipo de violencia y así se lo hizo ver a Sergio Avilés quien esbozaba una sonrisa, cada vez que ella realizaba una intervención, vaya pues, hasta con cinismo lo hacía, pero no le resultó su estrategia, ni sus argumentos y realmente ha quedado mal al tratar a personajes que como él están ligados a un mismo grupo político. Por el momento todos los candidatos deben estar en total silencio, quizá hablando en “corto” y sin reflectores de por medio con sus simpatizantes para que estos a su vez, puedan convencer a los indecisos que les den el voto, pero aquí lo más importante es que los ciudadanos de verdad salgan de sus casas a votar porque hay mucho temor acerca del abstencionismo, pues solo recordemos que en las elecciones de 2019 donde se eligió al Congreso local en Quintana Roo, se tuvo una cifra récord de 78% de abstención. “Es una cifra sin precedentes en la historia de participación electoral del estado”, admitió la presidenta del Consejo General del Instituto Electoral de Quintana Roo, Mayra San Román Carrillo. Entonces, es ahí donde tienen mucho trabajo los partido políticos porque recordemos que en 2019 ni siquiera había pandemia y este año así, por lo que hay preocupación de que la gente no vaya a las urnas. Ya veremos