La seguridad en la toma de decisiones provoca menos vulnerabilidad en las personas en todos los aspectos de la vida, sin embargo, existe un alto porcentaje de la población que es influenciable debido a la falta de enfoque e investigación profunda en los temas de interés o de influencia.
Una sociedad informada es más firme en sus decisiones al momento de invertir su dinero, cuando planea vacaciones, al momento de elegir que estudiar, donde estudiar, incluso hasta para comprar en “El Buen Fin”, analiza lo que necesita antes de dejarse llevar por las ofertas o promociones.
Sin embargo, me voy a referir a ese segmento de la población a la cual siempre se refieren los estudiosos en tiempos electorales, “Los Indecisos” y en los que basan sus esperanzas los candidatos o candidatas o sus equipos de campaña, cuando está apretada la elección, y se refieren a ellos como aquellos que harán la diferencia, sin darse cuenta que por su propia indecisión, podrían cambiar sus intenciones de voto de un momento a otro o incluso esa puede ser su decisión al estar indecisos y dejar de votar.
Es un círculo más que vicioso que se repite elección tras elección, sin considerar que la misma indecisión está provocada por la falta de acciones de parte de quienes tienen o han tenido la oportunidad una y otra vez y siguen cometiendo las mismas omisiones y errores: Incumplimiento de promesas de campaña, justificaciones para dejar de actuar en congruencia con su plataforma política, confiarse una vez que pasa la elección y salen ganadores y adoptar las mismas actitudes reprobables por la sociedad, caer en la tentación de servirse en lugar de servir, entre muchas otras más.
Los indecisos pueden ser presa fácil pero también pueden dar la sorpresa, son un porcentaje lo suficientemente alto para lograr cambiar las tendencias de un momento a otro, son personas que pueden tomar decisiones al momento de escuchar, ver, analizar y conocer los perfiles y acciones de las y los contendientes y además son el segmento de la población más difícil de engañar.
Para quienes se adelantan en presentar integrantes de gabinete o plataformas políticas como planes de gobierno (en caso de ganar), deberían entender y atender a este grupo de personas que cuentan y mucho al momento de elegir y que, al jugar con las necesidades de la población, retan significativamente a este segmento al cual se debe atender con respeto y dignidad, pero sobre todo, con acciones antes que con promesas.