POR JULIÁN AGUILAR ESTADA
Una ciudad sustentable se define como aquella ciudad donde existe una adecuada movilidad, ahorro de energía y de recursos hídricos, disminución de la contaminación auditiva y creación de espacios públicos agradables donde haya áreas verdes con una gran funcionalidad (especialmente para la recreación).
Otro elemento de gran importancia para una ciudad que busca ser sustentable es la implementación de arquitectura bioclimática, que consiste en el diseño de edificios teniendo en cuenta las condiciones climáticas y del entorno (aprovechando los recursos disponibles, como el sol, la vegetación, la lluvia, la dirección del viento para reducir el impacto ambiental de las construcciones).
El objetivo es brindar a los habitantes de la ciudad una mejor calidad de vida, beneficiando con ello también a los turistas y a quienes vienen al centro urbano todos los días por razones laborales.
En esta ocasión el enfoque estará dirigido a los espacios públicos agradables e inclusivos y al respecto es necesario resaltar que el tránsito de las personas con discapacidad es un gran problema por falta de estos espacios y un reto enorme para darle solución con miras a la inclusión de la cual, nuestra ciudad, Cancún, no tiene la infraestructura adecuada ni atractiva.
Si bien es cierto que debemos ver y resaltar lo que, si hay, tanto espacios como áreas con un enfoque incluyente, la realidad es que en la mayor parte de nuestra ciudad y de muchas otras ciudades del país, no los hay.
Áreas verdes de esparcimiento de tamaños suficientes para la población de Cancún, son pocas y hacen mucha falta, las cuales serían espacios de deshago y formativos, además de convivencia para actividades familiares sanas y recreativas.
Espacios como el parque Kabah, ombligo verde o malecón tajamar, son apenas algunas de las opciones escasas que se tienen de un lado de la ciudad y que las asedian la inseguridad o falta de mantenimiento o la misma infraestructura que permita que todas y todos, aun con alguna discapacidad, pudieran hacer uso y disfrute de las mismas.
El gobierno de una gran ciudad tiene la obligación de crear y hacerse de espacios públicos gratuitos o al menos al alcance de todos, donde se pueda recrear la población, practicar deporte, convivir sanamente con la familia y formar ciudadanos que constituyan una sociedad hospitalaria que respire aire limpio, conviva sanamente, se despeje frecuentemente y reciba con calidez a sus visitantes locales e internacionales.