Partiendo de la premisa de que “la educación, es la llave de todas las mentes”, podemos deducir que los diferentes sectores poblacionales en formación: estudiantes.
Quienes día con día, avanzan en su proceso, para más adelante desempeñarse como profesionales, y a su vez facultados para emitir una opinión fundada de conocimiento, son el motor de una sociedad crítica y sus liderazgos estudiantiles por ende podrían ser catalogados como “la cereza del pastel” universitario.
Contrario a la idea que se ha planteado en muchas de las gestiones de quienes han ostentado una presidencia estudiantil, quienes se consideran únicamente como figuras visibles y expuestas al ojo de varios intereses políticos, olvidando la relevancia de su función.
La necesidad de un liderazgo estudiantil y su relevancia, deriva de ser un vínculo entre el cuerpo estudiantil y las de autoridades internas de su institución académica; así también fungir como enlace con instituciones y actores que generen ofertas atractivas para el correcto desarrollo de la comunidad de la cual han sido elegidos como voz.
En mi caso particular, que conozco la experiencia de llevar las riendas de la presidencia de una institución con más de 3 mil estudiantes puedo decir que la responsabilidad es grande, pero si se asume con compromiso; eventualmente todo se puede concretar.
Fortalecer la participación ciudadana para cada una de las áreas de interés de la población es muy importante. No solo hay ciencias económico – administrativas, ni sociales en las universidades. También existe el sector salud (que en esta pandemia ha marcado la importancia del personal médico), como existen ingenierías, y mucho interés tecnologías de la información, por mencionar algunas otras aristas de trabajo.
Es importante prescindir del protagonismo, y buscar el desarrollo del liderazgo en todas las disciplinas y áreas de estudio de la población estudiantil. Ya que, quien mejor que los que ejercen el conocimiento de manera profesional para conocer los intereses y necesidades de sus colegas.
La juventud merece ser tomada en serio y escuchada, pero para que esto sea posible se requiere del trabajo de líderes serios que brinden herramientas para el desarrollo de la misma. Personalmente, creo en un desempaque de los proyectos juveniles, y expreso este punto porque tenemos que mutar la oferta actual: un producto genérico compuesto por una estrategia en redes de “feeds” coloridos, frases llamativas y discursivas retóricas; con la vigencia de su impacto por publicación.
La juventud guiada, receptiva y pro activa es el camino a una sociedad más alineada, equitativa y productiva. Asumamos nuestro papel, como líderes estudiantiles para ello. Seamos creativos en nuevas formas de generar resultados y acciones de fondo para solucionar problemáticas actuales que nos atañen como jóvenes, para apoyar a nuestro grupo etario.