A la señora Laura Beristain le gusta el olor de la mierda.
Y se rodea de corruptos para disfrutarlo.
Como no era suficiente con la incapacidad de su secretario de seguridad pública, decidió nombrar al peor de los personajes corruptos en las policías de Quintana Roo, a Sidlley Javier Loeza; inhabilitado por fraude en 2009, corrido de la policía de Lázaro Cárdenas y ligado al “Vikingo”, Francisco Velasco Delgado, que fue procesado por el asesinato del general Tello Quiñones.
Solamente tenía, a la mano, en todo sentido “a la mano”, al director de la cárcel de Solidaridad, que ni siquiera utiliza su nombre verdadero, que debería estar en otra cárcel: José Delgado.
¿Se trata de dinero?, ¿o se trata de entregar el control del municipio a la delincuencia organizada…?
Andrés Manuel vomitaría de enterarse que bajo las siglas de Morena los criminales ganan en Solidaridad.
¿Es incapacidad? No lo creo. Algo peor.
En ese municipio había habido, hasta el 18 de marzo de 2019, 58 ejecuciones. Habrá que sumar las dos de ayer, martes 19. Y lo que se acumule en las próximas horas.
¿No había otro policía con mejor perfil? Otro que no estuviese identificado con la delincuencia organizada, que no hubiese protagonizado los peores escándalos… Tal vez sí, pero no servían, por lo visto, para los intereses de la familia Beristain.
Seguramente la señora que se identificó como familiar de la presidenta municipal al ser detenida, contaba con que el nuevo secretario de seguridad pública estaría dispuesto a “desaparecer” al policía, como amenazó.
¿Había necesidad de nombrar a este personaje nefasto? Supongo que sí, para actividades criminales, para la impunidad, para que siga imperando la violencia. ¿O qué no es para esto que Laura Beristain es presidenta municipal?
Cada quien con su cada cual. Por algo llegó Sidlley Javier Loeza…