Que difícil la tiene el nuevo fiscal.
Primero porque deberá, a toda prisa, conocer el estado de Quintana Roo; donde, tal vez, habrá venido de vacaciones.
Después, tendrá que adentrarse en la realidad de la dependencia que encabeza. Totalmente distinta a la procuraduría de justicia de la Ciudad de México, de donde proviene Oscar Montes de Oca Rosales.
Y, también, tendrá que confrontar la opinión pública en su contra. No solamente por venir de fuera, sino por tener un historial complicado, con averiguaciones previas en su contra por “abuso de autoridad”.
A todo esto, deberá agregarse el tema del presupuesto.
Porque, recordemos, el fiscal Miguel Ángel Pech se quejó amargamente de la falta de dinero, de personal, de armamento, de todo en esa fiscalía.
El cambio de residencia de la Ciudad de México a Chetumal, que es donde supongo deberá vivir los próximos años, no va a ser fácil. Y obligadamente le significa un gasto muy elevado. Una mudanza foránea de casa debe andar arriba de los 150 mil pesos.
Y no tenemos muchas casas en renta, menos cuando tantos ciudadanos morelenses han llegado a vivir a la capital del estado.
¿Viene por recomendación de Alberto Capella, secretario de seguridad pública? Si, así es; sube todavía más la apuesta.
Las expectativas no serán fáciles de satisfacer.
¿Cuántos muertos, asesinados, incluso familias ejecutadas, llevamos en Cancún?
La relación con los abogados de la entidad que se sienten relegados por su llegada, no será fácil. Los fiscales que ya anunció que se quedarán, los colaboradores que dijo que sostendrá en sus cargos, vienen de la administración de Pech Cen. Cuidado con el estilo.
Todos los ojos estarán puestos en su desempeño. Con, ya lo dijimos, una expectativa muy alta, imposible de satisfacer.
En pocos días, cuando sigamos viviendo la misma realidad, cuando don Oscar conozca cómo es su fiscalía, cómo es su policía, cómo es su presupuesto, cómo son los problemas de rezago, cómo son los ministerios públicos, cómo son los quintanarroenses, quién sabe si estará tan convencido de haber venido al estado.
Mientras tanto, habrá que reclamarle a Miguel Ángel Pech. Si hubiese hecho las cosas de otra manera, entendido su papel de forma distinta…