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LOS INVENTOS ALREDEDOR DE SUPUESTAS BOMBAS EN UN BARCO O CÓMO MANIPULAR LA REALIDAD…

¿Qué ha dicho el gobernador Carlos Joaquín sobre los artefactos encontrados en un barco de Naviera Caribe? Que le “extraña”.

¿Qué ha declarado el gobernador Carlos Joaquín sobre la explosión de un barco de esa Naviera en Playa del Carmen? Textual: “Yo lo que veo es una investigación”.

¿Qué declaró el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, a pregunta expresa de si se trataba de un “autoatentado”? Que no era quién para descartar hipótesis.
¿Qué ha dicho el Fiscal Miguel Ángel Pech? Que no lleva la investigación, que está en manos de la PGR y de la Sedena. Y que ni le permiten ver las pruebas.

¿Qué tenemos, en realidad, aparte de una ausencia total de sentido común en el manejo informativo en medios?

Una explosión. Ya sabemos que fue una explosión porque así lo dice la investigación de la PGR y el FBI, no una falla mecánica como se declaró oficialmente en un principio sino una explosión, en un barco de Naviera Caribe al llegar a Playa del Carmen.

No sabemos, ninguno de los interesados sabemos qué lo causó, si era un explosivo profesional, cómo detonó y, sobre todo, no sabemos con qué objetivo se hizo esto. Sí conocemos sus consecuencias de esta explosión y del hallazgo de dos artefactos en un barco que no se usaba para pasajeros: Una advertencia del gobierno de Estados Unidos que hace mucho daño al turismo local, que afecta directamente a Cozumel.

¿Qué sí sabemos, yo primera persona del singular? Que no hay forma, en verdad no hay forma, de que el papá de Roberto Borge, del mismo nombre, hiciera daño a la isla. Como tampoco podrían hacer ningún atentado contra su hábitat, su universo todo, su sitio de vida y pertenencia, las familias apellidadas Joaquín, González, Villanueva, Marrufo y varias más.

De igual manera sabemos, yo primera persona del singular, que jamás haría una locura así ninguno de los colaboradores cercanos de Carlos Joaquín.

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Los cozumeleños están, desde siempre, aferrados a su terruño. A su Isla. Y no son capaces, así de absoluto, de atentar contra Cozumel.

Si me dijesen que los Borge o los González fueron a Chetumal y le prendieron fuego a la Casa de Gobierno, o apedrearon la camioneta del gobernador, lo creería de inmediato. Son capaces. Así de grande debe de ser su enojo, justificado o no.

Pero no contra Cozumel. Por lo que la versión del “autoatentado” debe descartarse. Además, no olvidar, Roberto Borge papá iba en el barco cuando la explosión. El señor no está para poner, personalmente, ninguna bomba. Y difícilmente podría ir en ese viaje el autor intelectual conociendo las incapacidades sumadas al nerviosismo de cualquier “operador”. ¿Dónde están los expertos en poner bombas en Quintana Roo? No tenemos.
Los cozumeleños salen perdiendo con estos hechos antes que ninguno.

Y lo que nos urge, a todos en Quintana Roo, como dijo Navarrete Prida, como dijo el gobernador Joaquín, son los resultados de la investigación. Con urgencia, con transparencia, apegados a derecho. Conocer qué hay detrás de esto, no especular.

¿Quiénes podrían tener interés en poner explosivos en barcos de Borge papá? ¿Para qué? ¿Es personal contra él, su familia? ¿Es un tema de competencia? ¿Hay un trasfondo político contra todos los afectados, tanto el gobierno como la familia Borge? ¿Quién gana qué con esto?

En verdad hay que poner punto final a manipulaciones informativas y exigir verdades producto de una investigación seria. A partir de ahí, procedamos a quemar a los culpables, colgar, lapidar, lo que corresponda… sí, pero hasta entonces.

Publicado por
Isabel Arvide

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