El general Luis Cresencio Sandoval se convirtió en el primer titular de la Defensa Nacional en acudir a la Cámara de Diputados, para escuchar a los legisladores.
Y vaya que demostró tener una paciencia extrema, porque las expresiones de varios legisladores fueron, francamente, ofensivas.
A todas respondió, horas después, cuando terminaron de hablar.
Vale la pena recuperar parte de lo que dijo, por su trascendencia, porque incide en la historia moderna del país.
Lo que los legisladores quieren es un absurdo inmenso. Que los militares participen en el combate a criminales pero que no lo hagan, así de claro. Sí pero no. Existe un temor irracional en varios de ellos que se ha manifestado por el tema del mando militar en la Guardia Nacional.
Que, por cierto, aunque ésta tenga un mando civil, como se anunció, su operación será totalmente militar. O al menos eso es lo que indican las declaraciones oficiales.
El general Sandoval recordó, el viernes pasado en la Cámara de Diputados, que hace años los civiles separaron la “Secretaría de Guerra” en lo que ahora son SEMAR y SEDENA. Y ellos obedecieron. Insistió en que en las Fuerzas Armadas siempre ha habido obediencia y respeto al pueblo, que siempre han cumplido con disciplina, honor, lealtad todas las órdenes civiles.
Una de las críticas que escuchó fue sobre la gran letalidad que han demostrado los militares en el combate a criminales, que han hecho por orden presidencial, por cierto. Y respondió con cifras. Dijo que el año pasado, 2018, hubo más de 18 mil homicidios dolosos en el país. Frente a 700 que murieron en enfrentamientos con las fuerzas armadas. Ellos, insistió, cumplen órdenes, aunque se ponga en riesgo sus propias vidas.
Aseguró que tienen programas para protección de Derechos Humanos desde el año 2000, y que cuando se detecta una falta en ese sentido, de inmediato se procede a su sanción.
Sobre la actuación de la Guardia Civil afirmó que en los estados se van a coordinar esfuerzos, con el gobernador, con las policías locales.
Y que los soldados se van a adiestrar, al pertenecer a la Guardia Civil, para funciones de seguridad pública, que son muy distintas a las castrenses.
Por su parte, para que todo quedase claro, el almirante Rafael Ojeda, secretario de Marina, aseguró que la militarización es “lo más falso que he podido escuchar”.
Así o más claro…