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EL REVIRE DE LÓPEZ

Andrés Manuel trae una capacidad de revire que lo coloca años luz por encima de los esfuerzos de sus compañeros en la contienda presidencial. Una rapidez envidiable para responder, pero sobre todo para lapidar los hechos que pretenden, todos, presentarle como negativos.

Sí, porque hasta si Anaya se robó o no un dinero, todo resulta una trampa para el candidato de MORENA. Si responde porque lo hace, y si deja de hacerlo, justamente por su silencio.

Pero se las sabe de todas, todas. ¿Por qué? Supongo que en primer lugar porque conoce a los reporteros, los intereses de los medios, las preguntas manipuladoras, porque en pocas palabras “sabe medir de qué lado masca la iguana”.

Y así, de frente, responde.

En el funesto tema de Ricardo Anaya, donde si se va contra el gobierno federal y la utilización partidaria de la PGR, podría estar defendiendo a Anaya, y lo peor: sumándole puntos a su aceptación popular, ya encontró el tono exacto para responder.

Ahora comenzó a hablar de los “acuerdos en lo oscurito” con el Presidente Peña, de la necesidad de cuestionar al político panista sobre las veces que ha ido a Los Pinos, y cuáles son o fueron las alianzas que se establecieron.

Logró, así, despertar una sospecha más. Darle un giro de 180 grados al tema de persecución política y/o guerra sucia en contra de su competidor. Ahora él, junto con Peña Nieto, es protagonista de una “conjura” que lo tiene como único destinatario.

Así, como si patease una lata de cerveza en la calle, logra desarmar todo lo que se estructura, en oficinas elegantes, por medio de asesores muy bien pagados, en su contra. Y se asume a sí mismo, eso es lo que comunica, como el titiritero, un invencible titiritero.
A todo esto, ayuda que es un buen comunicador. De frente, franco, con tiempo para escuchar a los periodistas, con todavía más tiempo para contestar sus preguntas. Es un principio de comunicación que López Obrador vive al máximo. Para comunicar bien como candidato comienza por lo primero, por comunicarse con los comunicadores.

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Justo lo que no hacen otros. Algunos, si no es que todos, de los forman parte del gobierno de Carlos Joaquín, por ejemplo. ¿Cuándo hemos visto que den una conferencia de prensa abierta, sobre los temas que quieran discutir los periodistas? Eso es lo que hace el candidato presidencial de MORENA todos los días.

¿Qué va a pasar con Ricardo Anaya? Tal vez el gobierno federal comience a darse cuenta de que atacarlo con todo el aparato de aplicación de justicia, conlleva el riesgo de hacerlo víctima y traerle, sin intención, mayor número de simpatizantes. Y puede que lo suelten, que simplemente se convierta en tema electoral, en algo a repetir en todos los foros.

Lo que está difícil es que Anaya o Meade, con todos sus asesores, se conviertan en la mitad de lo buen comunicador, confiable, sobre todo, que es López Obrador. Que imaginen un revire tan oportuno como los que tiene todos los días.

Y la comunicación es esencial en una campaña política…

En Tuiter: @isabelarvide Blog: EstadoMayor.mx

Publicado por
Isabel Arvide
Etiquetas: columnaencorto

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