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El inalcanzable AMLO

José Luis Pech entiende poco de lo que está pasando en México. Y, menos todavía, del fenómeno de liderazgo político de Andrés Manuel.

Está inmerso en sus debilidades, en sus fracasos, en su poca estatura. Y por eso estuvo a punto de provocar una tragedia.

En esto, hay que preguntarnos, si estuvo detrás Félix González Canto. Porque entonces tendríamos a otro que tampoco entiende.

Asustado de que la gente, los mismos miembros del partido Morena, cuyo supuesto liderazgo local usufructúa, se le hizo fácil hacer un acto multitudinario “controlado”. Esto con asistentes a modo, locales, y otros “acarreados” de Cancún.

Con esto, debe haber pensado, cubría los espacios para que no hubiese protestas en presencia del tabasqueño.

Creyó, ingenuamente, sin experiencia, que podía “controlar” la asistencia en un estadio, en una colonia popular como la Colosio en Playa del Carmen.

Y lo que estuvo a instantes de suceder fue una tragedia. Porque cerró puertas, como si fuesen compuertas, y al no permitir entrar a la gente, pueblo, que quería hacerlo, provocó multitudes en espacios del mismo centro deportivo con algo índice de peligrosidad. Donde no se podía caminar, donde los niños pudieron resultar aplastados, donde no había espacio ni para respirar.

Asombrosamente, cruzando esas puertas, sobraba espacio. Pero Pech quiso que solamente los que pensó “controlar” estuviesen adentro. Como si fuese actuación del grupo musical Bronco.

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Así el miedo pudo causar una tragedia.

¿Por qué? Muy fácil: ni los de Morena ni la gente quieren a los candidatos. Los identifican con el pasado, con Roberto Borge, con Félix González. Y seguramente no van a votar por ellos.

Por eso Andrés Manuel insiste en pedir el “voto parejo”. Porque ya sabe que, en muchas partes del país, sobre todo en Quintana Roo, se equivocaron con los candidatos.

Eso quedó demostrado con el pobrísimo discurso de Marybel Villegas, de pena ajena, como si estuviese en el país de hace 10 años, el mismo discurso de lugares comunes que pronunció como priista.

Bien hubiesen hecho el doctor Pech y su gente en ir a Yucatán, a Valladolid, para aprender cómo se puede organizar un evento multitudinario de verdad, con López Obrador, con la gente, con orden, sin peligro, sin discriminaciones.

Pero qué le podemos pedir al pobrecito doctor Pech…
En Tuiter: @isabelarvide  Blog: CambioQRR.com

Publicado por
Isabel Arvide
Etiquetas: encortoportada

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