Los candidatos del Frente, sobre todo quienes se sentían candidatos oficiales, están más que preocupados porque el gobernador Carlos Joaquín, en la reunión que tuvieron, les dijo claramente que no van a tener dinero del gobierno, que esos tiempos se acabaron, que cero apoyos de todo tipo y que quienes quieran irse a la campaña deben renunciar, no pedir permiso en sus oficinas de gobierno sino renunciar definitivamente.
Con lo que se sienten más huérfanos que si fuesen priistas.
Y vayan que estos están en la calle, verdaderamente con las manos atadas.
Hay quien tuvo que dejar su trabajo para convertirse en candidato y ahora su preocupación más inmediata es cómo llevar el pan a su mesa. A ese nivel están desamparados.
Lo que resulta lógico si vemos que Carlos Joaquín fue, primero, candidato sin ningún apoyo y con todo en contra.
Sin embargo, a “coordinar” estas campañas de “sus partidos” envió, es obvia su mano, a su cuate Juan Carlos Pereyra, diputado local que se convirtió en independiente a principio de este gobierno, pero sobre todo su cuate desde siempre. Es decir, una persona de confianza.
Que además, es obvio, le entienda a la política y al poder, de lo que Pereyra sabe de sobra.
¿Tendrá esto que ver con la llegada, todavía están los últimos jaloneos, de “Chanito” Toledo a la candidatura de esos partidos en Benito Juárez? Porque vaya que ha estado “maiceado” toda su carrera política.
Ambos, Pereyra y Toledo, son políticos locales que han hecho su carrera, de forma muy distinta, en Solidaridad. Y se conocen, saben de qué lado masca la iguana.
¿El gobernador mandaría a Pereyra a “vigilar” a “Chanito” si es candidato?
Es obvio que Toledo será un candidato muy distinto a los demás. Y que la falta de apoyos oficiales no debe preocuparle, porque de otra manera no se entiende su afán. Debe estar seguro de poder ganar la presidencia municipal de Cancún. La pregunta es si podrá hacerlo sin recursos oficiales.