Una invaluable investigación del portal de Internet “Pájaro Político”, realizada con apoyo de organizaciones internacionales, viene a comprobar lo que siempre he dicho en éste y otros espacios: Los crímenes violentos, los asesinatos que padecemos quedan impunes.
Según esta investigación, realizada con excepcional seriedad se necesitarían 124 años, en promedio, para finalizar las investigaciones abiertas por homicidio.
Es decir, es imposible investigar y detener a los asesinos.
Por lo tanto, como he repetido hasta el cansancio, se les otorga total impunidad. Y, también, por lo tanto, repiten sus crímenes.
En Quintana Roo cerca del 95 por ciento de los asesinatos que hemos tenido quedan impunes. Mientras que, en Yucatán, entidad vecina, esta cifra es muy diferente: Solamente el 56.6 por ciento de los crímenes quedan impunes.
¿Por qué?
¿Es falta de voluntad?
¿Es falta de capacidad de las policías?
Yo me inclino por esto. Los primeros en acudir a la escena del crimen tienen obligaciones legales que, creo, ni siquiera entienden. Si se revisan sus capacidades, o incapacidades según el caso, para escribir, ya no para otra cosa, simplemente para escribir, veremos que es imposible que rindan un informe que tenga validez legal.
Y así nos vamos hasta arriba. Falta profesionalización de las policías. De todas. Pero, sobre todo, por lo delicado de su responsabilidad, de las policías investigadoras. Esto, que sucede en todo el país, se ve con enorme claridad en Quintana Roo. Nos faltan policías capacitados en investigación, que ganen bien, que quieran ser policías, que tengan vocación por descubrir a los culpables.
No los tenemos.
Por eso, y por muchas otras razones, la impunidad.
Mientras esto no cambie, seguiremos viviendo la violencia y padeciendo sus consecuencias. Habremos perdido para siempre el paraíso que fue Cancún, que podría seguir siendo Quintana Roo.
¿Por qué en Yucatán la realidad es distinta?
Hay que entender, hay que hacer conciencia social sobre la gravedad de esta impunidad. Porque “consentirla” es lo que nos ha llevado a la crisis de inseguridad que vivimos. No se trata solamente de que presuntos criminales se maten entre sí, sino que fomentar la cultura de la impunidad deriva en todo tipo de acciones ilegales contra la propiedad privada y la integridad de los ciudadanos.
Porque no se castiga a los asesinos es que han aumentado los asaltos. Eso es lo que tenemos que entender.
La impunidad en que vivimos es una de las mayores corrupciones de la modernidad, que puede destruir todo lo que conocemos de libertades…
En Tuiter: @isabelarvide Blog: CambioQRR.com