En Quintana Roo el tema de los explosivos colocados en barcos que transportan pasajeros entre Cozumel y Playa del Carmen, como dijo el gobernador Joaquín, nos afecta a todos.
Se convierte en un asunto de la más alta prioridad porque, definitivo, el Estado vive el Turismo.
En lo político, de cara a tiempos electorales, es también un tema extremadamente delicado. Que vuelve a poner al apellido Borge en las primeras páginas de los diarios, que se presta a todo tipo de rumores y noticias “falsas”. Que empaña una realidad que, parecía, había comenzado a establecer nuevos espacios para nuevos protagonismos.
Hace daño. Punto.
Por eso son tan desafortunadas las declaraciones del presunto, así se dice, procurador general de la República, que en los hechos es el “encargado”, Alberto Elías Beltrán, este domingo.
Como en adivinanza de niños, el señor nos salió con el cuento de que no fue Teté sino su vecina… Cucara Macara pues. Porque dijo, textual, que quedaba “descartada la autoría terrorista o de delincuencia organizada”.
Barrabasada inmensa.
Primero porque el motivo para descartar así dijo, la autoría terrorista fue que ningún grupo reivindicó su autoría. Es decir, que, porque no dijeron que ellos fueron, pues no fueron. Buenos investigadores que son.
Y luego lo del crimen organizado es de Kínder, estúpido para decir lo menos. Porque tuvo que configurarse el delito de “crimen organizado” ya que participaron más de dos personas en hacer y colocar las bombas, así sean caseras.
Por eso son delitos, justamente, de “crimen organizado”.
Supongo que Beltrán se refería a bandas criminales relacionadas con el trasiego de droga. Y que por eso dijo que ellos no fueron.
Otra vez la adivinanza, Cucara Macara Títere fue, porque declaró, sin ningún pudor que poner bombas, explosivos en barcos Caribe pues, “es contrario a sus intereses porque generan aumento en la seguridad y atención de las autoridades”.
Que entonces explique, mínimamente, porque hay tantas ejecuciones en Cancún. ¿Qué no son contrarias a sus “intereses”? Y, de pasadita, que nos diga porque estos crímenes, que colocan en un vergonzante lugar de impunidad al Estado, no merecen “aumento en seguridad y atención de las autoridades”.
Que inmoral salir a declarar lo que no se sabe. Y que inaceptable que las autoridades quieran tapar la luz del sol por decreto. Lo único cierto es que son incapaces de investigar. Y que cada vez que hablan dicen tonterías. Por eso urge tener autoridades que sirvan, que sepan de leyes, que hagan su trabajo y no jueguen al De tin marin de do pingüe cucara macara títere fue…
En Quintana Roo nos conformamos con que haya más “atención de las autoridades”. No más. No menos.
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