Por Licety Díaz
Si bien es cierto que las costas del Caribe mexicano presentan un grave problema de erosión, existen investigadores, asociaciones y activistas ambientalistas que luchan por atenuar la problemática por medio de la educación comunitaria, pero si bien es factible con impartir educación comunitaria no es suficiente, cuando el panorama que se abarca es más profundo, se requiere de una construcción de obras de protección costeras de acuerdo a la tipología del suelo y su impacto ambiental.
A ello se suma la susceptibilidad de la franja costera de sufrir fenómenos hidrometeorológicos, el sargazo que golpea al estado y la resiliencia que son factores para nada sueltos y que con llevan a tomar decisiones de planificación dentro del marco del desarrollo sostenible para la conservación de un ecosistema.
Recientemente en la zona hotelera de Cancún a la altura de El Mirador, con los cambios del nivel del mar se nota los sedimentos en la zona, al igual que en el área de El Recodo en Playa del Carmen que cada año la situación se torna más crítica.
Pero, algo que siempre hay que preguntarse ¿dónde quedan las estrategias para la restauración y la asignación de espacios necesarios para permitir los procesos de erosión de manera natural, mismos que van de la mano con el transporte sedimentario como garantía de disponibilidad?
Es ahí donde no hay como atinarle porque cada vez se reducen más los arenales, sin embargo, se deben emplear técnicas para proteger las costas y las playas de la erosión como el empleo de más rompeolas en otros puntos
del estado, revestimientos, y el empleo de arrecifes artificiales no sólo a la altura de complejos hoteleros, con un análisis de costo-beneficio. Otro factor a tener en cuenta son las construcciones de viviendas y hoteles a pocos metros del mar, la desaparición de las dunas costeras, el drenaje, toda una composición de deficiencias que el propio ser humano ha generado y ahora quiere reparar en el caso de Quintana Roo a medias ya que los intereses van por encima de lo ambiental, entonces la desidia es mucha y el tiempo es implacable, pero saque usted sus propias decisiones, punto y final.