Ayer tuve la oportunidad de ver cara a cara a mi agresor. Carlos Mimenza, quien me envió mensajes amenazadores en mi contra y contra mi familia, fue requerido por un juez federal con base en la denuncia que presenté ante la Procuraduría General de la República.

Con ese halo de soberbia que lo caracteriza, Mimenza se presentó a la audiencia en la cual desahogaríamos las pruebas contenidas en mi expediente de 594 hojas, en las cuales expongo y pruebo las amenazas de las cuales fui objeto.

Mi agresor alegó desconocer la razón de su comparecencia, ante lo cual el juez, en todo momento conforme a proceso, le dio un plazo de 24 horas para que prepare su defensa, para ello Leonardo Kumul, representante legal de Mimenza recibió copia de la carpeta de investigación y de las evidencias presentadas por la parte acusadora por parte del fiscal federal.

A mi salida del juzgado, varios compañeros de los medios me preguntaron qué busco; repito lo que les respondí: “pido justicia.

Cada día tenemos más agresiones, más muertos. Pertenezco a un grupo de periodistas desplazados en Ciudad de México, que quede claro que no quiero una indemnización.

Quiero justicia, que el próximo que amenace a un periodista, entienda que existe una consecuencia legal y hay un castigo por ello”.

Ese es mi objetivo, que estos seis meses que he pasado fuera de mi casa, alejado de mi familia, valgan la pena, que mi caso sea un antecedente para aquellos que se creen con el derecho de agredir a los periodistas. Confío en la justicia y las instituciones y sé que estas me darán la razón.

Algunos de los mensajes intimidatorios que recibí fueron: “Ten cuidado por donde te mueves. Que te tengo vigilado. Lo que tú haces por la espalda yo te lo voy a hacer de frente”, “Primera advertencia”, “Y guarda la pantalla. Para que guardes las pruebas de mi promesa”, con tan solo segundos de diferencia entre ellos.

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Además de una llamada telefónica en la que me advirtieron: “Vas a valer ver… tú y tus hijos, bájale de huev… o te vas a morir”, todo esto está consignado en la carpeta de investigación FED/QR/CUN/0000789/2017.

La tarde de este miércoles se reanudará la audiencia y en caso de que el empresario Carlos Mimenza no asista, el juez federal podría ordenar el uso de la fuerza pública para su localización y presentación ante la autoridad.

El gremio periodístico confía en que no habrá más impunidad contra aquellos que atenten contra la libertad de expresión en México.

Publicado por
Amir Ibrahim

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