“Nocturno en que nada se oye
En medio de un silencio desierto como la calle antes del crimen, sin respirar siquiera para que nada turbe mi muerte,
en esta soledad sin paredes
al tiempo que huyeron los ángulos
en la tumba del lecho dejo mi estatua sin sangre
para salir en un momento tan lento
en un interminable descenso”.
-Xavier Villaurrutia
Desde el año 2000 a la fecha, han sido asesinados 136 periodistas, 14 de ellos mujeres; de 2005 a la fecha han desaparecido 21 periodistas, incluidas dos mujeres. Han ocurrido 52 atentados contra medios de comunicación del 2006 a la fecha.
México, según Reporteros Sin Fronteras, una de las organizaciones internacionales más respetadas en la defensa del periodismo, es el tercer país más letal para ejercer esta profesión, después de Siria y Afganistán.
Los visores de la CNDH han calificado al oficio como de ALTO RIESGO porque han advertido el incremento de las quejas, en especial las agresiones.
La criminalización del periodista tras su asesinato se vuelve también una forma de violencia severa, relacionada con justificar la ineficiencia del estado. “Es como decir ‘te pasó algo porque eras malo’, mencionó Ana Cristina Ruelas, directora de Artículo 19.
“Cuando matan a un periodista las autoridades siempre siguen el mismo patrón: no han empezado ni a investigar y empiezan a soltar versiones que no tienen nada que ver con su ejercicio periodístico. Alegan que (su muerte) tenía que ver con su vida personal , que andaba metido en cosas raras o fue un crimen pasional, esto último lo dicen mucho en el caso de las mujeres”, destacó Olivia Zerón, reportera y conductora.
Luis Raúl González, presidente de CNDH, declaró que la falta de esclarecimiento de los crímenes, agresiones o amenazas, “es un caldo de cultivo para que se sigan propiciando y, que en el fondo, lo que está aconteciendo es que se está lesionando uno de los pilares de la democracia”.
La impunidad y la corrupción es el enemigo a vencer en la lucha para la protección de la libertad de expresión. ¡Urgen resultados! ¡Justicia!
Nuria Varela, escritora y reportera, lo dice bien: “la impunidad es el motor de la violencia, si matar asesina, torturar es gratis. ¿Por qué no hacerlo?”
“La violencia contra quienes ejercen el periodismo ha sido una crisis para México por más de una década. A pesar de la creación por parte del Gobierno de mecanismos para la protección y persecución, la impunidad y la inseguridad siguen caracterizando esta situación a lo largo del país”, afirmaron David Kaye, de la ONU y Edison Lanza, de la CIDH.
Naciones Unidas ha lanzado dos comunicados para Quintana Roo en menos de un mes, uno por el asesinato del comunicador Guadalupe Chan, en Felipe Carillo Puerto, y otro por la ejecución del periodista Rubén Pat, en Playa del Carmen. Esto debe de ser atendido y debe de ser resuelto por el bien de nuestro bello destino.
Nuestro Quintana Roo, Nuestro hermoso estado, está crujiendo…