Voces

La Justicia Social No Se Negocia: El Rumbo de la XVIII Legislatura

Por Jorge Sanén

Cuando asumimos la responsabilidad de integrar la XVIII Legislatura del Congreso del Estado, lo hicimos con una claridad firme: ser parte de la transformación de Quintana Roo, desde el Poder Legislativo y con una brújula clara e irrenunciable: la justicia social.

Este Congreso no es uno más en la historia del estado. Es un Congreso que se propuso desde el primer día legislar para las causas del pueblo, para saldar deudas históricas con quienes fueron ignorados por décadas bajo un modelo que privilegiaba a unos cuantos y marginaba a las grandes mayorías. Por eso decidimos nombrarnos como la Legislatura de la Justicia Social. Porque no solo es un ideal: es un compromiso de acción.

Legislar con justicia social significa entender que detrás de cada iniciativa, de cada dictamen, hay una vida, una historia, una necesidad no atendida. Por eso, esta Legislatura ha priorizado los derechos fundamentales: el derecho a la alimentación, la protección a la infancia, la garantía de la lactancia materna. Y lo hemos hecho no desde la simulación, sino desde la acción concreta y la transformación legal.

Hoy vivimos un momento histórico en México. El pueblo ha despertado y exige instituciones al servicio de la gente. En ese contexto, respaldo con convicción la reforma al Poder Judicial, impulsada desde el movimiento de la Cuarta Transformación, porque democratizar la justicia es indispensable para que haya verdadera igualdad. Ya no más jueces lejanos e inaccesibles; ahora el pueblo también tiene voz en la estructura que debe protegerle.

En el Congreso del Pueblo —como nos hemos nombrado con orgullo— no se legisla desde el escritorio, sino desde el territorio. Caminamos con la gente, escuchamos a quienes nunca fueron escuchados, y traducimos sus necesidades en leyes. Esa es la política con sentido humano, la política que sirve, no que se sirve.

Sé que aún queda mucho por hacer. Pero también sé que vamos por el camino correcto. Y mientras tengamos presente que la justicia social no se negocia, seguiremos legislando con dignidad, con ética y con visión de futuro.
Porque el Congreso debe ser la voz del pueblo… y hoy, con orgullo, podemos decir que lo está siendo

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Javier