A poco más de tres semanas de la consulta constitucional que ha dado en centrarse en las figuras de los exocupantes de Los Pinos que aún viven (con excepción de Luis Echeverría Álvarez, que se encamina a los cien años de edad), alguna videoteca particular ha vuelto a suministrar material grabado que muestra (a reserva de confirmar la autenticidad de las imágenes y secuencias) a otro de los hermanos del presidente Andrés Manuel López Obrador recibiendo dinero en efectivo de parte del mismo suministrador de un caso anterior, David León Romero, operador político del entonces gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, pieza destacada del siempre boyante negocio llamado Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y depositario de confianza tanto del propio López Obrador como del hasta ahora intocado Enrique Peña Nieto, facilitador este de una “transición de terciopelo” en 2018.
El nuevo video involucra a Martín Jesús López Obrador, en una grabación hecha en 2015 (Morena fue oficialmente fundada en 2014). Al igual que en el caso de Pío, hubo registro encubierto de la entrega de dinero, de las anotaciones de las cantidades proporcionadas en esa ocasión (sugerentes de que eran otorgamientos programados) y de los diálogos correspondientes.
Pío fue captado en un restaurante y Martín en el domicilio particular de León Romero, según se aseguró en Latin Us, el portal de internet conducido por Carlos Loret de Mola y financiado por personajes relacionados con Roberto Madrazo Pintado, expresidente del comité nacional del Partido Revolucionario Institucional, candidato presidencial derrotado en 2006 y parte de la corriente política relacionada con Carlos Salinas de Gortari.
A reserva de la reacción mañanera que este viernes dé a conocer el presidente de la República, tiene hondos significados el momento político de la entrega de este material videográfico al periodista al que AMLO y la Mañanera han ido encumbrando, involuntariamente, como principal opositor mediático de la llamada 4T.
Aún cuando el habitante de Palacio Nacional ha buscado desmarcarse personalmente de la consulta “sobre expresidentes de la República”, lo cierto es que se han multiplicado las voces que demandan castigo a esos exfuncionarios públicos, entre ellos Peña Nieto de manera destacada. Ya en la ocasión de Pío, la difusión del video tuvo como antecedente momentos de tensión que involucraban al último de los ocupantes de Los Pinos.
No está de más recordar las deferencias políticas que el obradorismo ha tenido o había tenido con el exgobernador de Chiapas, Velasco Coello y con su enviado personal para operaciones especiales, David León Romero, quien en 2018 fue coordinador de logística del presidente electo y, al inicio de la actual administración, Coordinador General de Protección Civil, de donde estaba nominado para ser el responsable, ni más ni menos, del órgano del gobierno federal para la compra de medicinas y vacunas, negocio este que habría sido sumamente jugoso, restitutorio, para el interés del PVEM y del citado Velasco.
Algo parece haberse roto en cuanto a entendimientos políticos, pero, más allá del origen y las intenciones de quien ha ordenado la entrega de estos videos a sus operadores periodísticos, el presidente López Obrador y la llamada Cuarta Transformación tienen otra excepcional oportunidad (que desaprovecharon en el caso de Pío, que se mantiene en la virtual impunidad, con diligencias a paso de tortuga sexenal) de mostrar que la lucha contra la corrupción es cierta y firme y que no será lentificada ni diluida por apellidos, parentescos o afinidades partidistas o políticas.
Y, mientras el video del hermano Martín opacó el escándalo de la orden de aprehensión contra el empresario Miguel Alemán Magnani, que según versiones insistentes habría librado un juez federal, ¡hasta el próximo lunes!