A principio de este mes las organizaciones internacionales Environment for the Americas, American Bird Conservancy y U.S. Fish and Wildlife Service, se encargaron de entregar a Cozumel el certificado como “Ciudad de las Aves”, que posiciona a la Isla como la primera ciudad en Latinoamérica en obtener este reconocimiento de talla mundial.
Conocida como tierra de las golondrinas y considerada la tercera isla más grande del país, Cozumel es todo un referente en el turismo nacional, pero más que nada es un santuario para las aves.
Se reconoció además la labor que llevan a cabo diversas instituciones en Cozumel, como la Fundación de Parques y Museos de Cozumel, por impulsar acciones que contribuyen a la conservación de las aves, entre las que se encuentran el mejoramiento del hábitat, educación ambiental y mitigación del cambio climático en beneficio de la conservación de las aves.
Esta iniciativa para la conservación de las aves en América del Norte de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), es un reconocimiento, que tiene una vigencia de un año, el cual se logró gracias al compromiso demostrado a través de programas educativos, restauración del hábitat, asociación comunitaria, reducción de plásticos y fomento de la ciencia ciudadana, como los impulsado por la Fundación.
Las pajareadas es algo del cual es pionero y varios son los clubes que impulsan sobre todo en los jóvenes la observación de aves ya que la isla recibe la visita cada año de más de 80 especies diversas de aves migratorias que se refugian del invierno en las lagunas y costas.
Sería bueno que la Secretaría de Turismo diera un impulso a la rama de aveturismo, teniendo Quintana Roo puntos estratégicos para la observación de cientos de ejemplares, una alternativa del desarrollo ecoturístico que bien se le puede sacar un mejor provecho al ser una actividad de ocio que deja una derrama económica importante para el país, pero saque usted sus propias conclusiones, punto y final.