En el solsticio de invierno, todos los pueblos antiguos celebraban el nacimiento del astro rey mediante grandes festejos, caracterizados por la alegría general y acompañados de ceremonias colectivas, centradas en cantos y danzas rituales y en la recogida de ciertas plantas mágicas, como el muérdago. La ciencia dice que, el solsticio invernal es el acontecimiento que vivifica la naturaleza con su luz y su calor, razón por la cual, para todas las culturas antiguas, representaba el auténtico nacimiento del Sol y, con él, toda la Naturaleza comenzaba a despertar lentamente de su letargo invernal y los humanos veían renovadas sus esperanzas de supervivencia, gracias a la fertilidad de la tierra. Desde otras perspectivas y en particular para este año, el solsticio navideño de 2022 marca el inicio de una etapa perfecta para los cambios, para redireccionar nuestros objetivos y planes, ya que necesitamos tomar conciencia, tener presente nuestra vitalidad y nuestra luz interior y mantenerlas encendidas y vivas. Prender velas como un llamado al fuego para que nos cargue con su inmensa energía positiva. En el solsticio navideño hay una fuerte energía solar por ello trata de disfrutar meditando al aire libre recibiendo toda esa energía solar, recibe con todo tu amor su carga energética.En el sector educativo, empresarial, social y casi en todo el mundo, nos preparamos para gozar de un receso vacacional porque el fin de año representa la oportunidad de reunirse con familiares y amigos, festejar en un ambiente de armonía, paz, tranquilidad y gratitud por todo lo recibido durante el año y las luces abundan, por todos lados y en diferentes formas, más allá de la luz del sol o el reflejo de la luna, más allá de las luces artificiales en los árboles navideños o en las decoraciones alusivas a la temporada, y también más allá de lo que la misma ciencia dicta, sabemos que hay mucho por descubrir y que la ciencia no alcanza a explicar. Por lo anterior, hagamos que cada día sea el mejor de los días para atraer lo bueno, lo puro, lo limpio, lo necesario y lo deseable para bien, siendo luz desde el solsticio hasta el equinoccio, partiendo de lo individual y llevarlo a lo colectivo para convertir en luz lo que de la luz emana y que la paz sea el resultado de ese compartir y agradecer, cada día.