Si no fuera graciosa, la política sería una pesadilla. La puntada de la CFE de aconsejar “lavar a mano”, para no gastar tanto en electricidad, es genial.
El feudo de Bartlett incluso sugirió que es buen ejercicio.
¡Chulada! Pero no le llega a la brutalidad del alcalde de Badiraguato, de proponer un Museo del Narco para atraer turismo.
Y todavía, visionario, filosofó: “No podemos negar nuestra historia…”
Otra especie cómica es el pevemista Jesús Sesma: propuso crear un superhéroe “inspirado” en Omar García Harfuch, el hombre de la seguridad de Sheinbaum. Lo comparó con Batman.
¿Y qué decir de la legisladora trans María Clemente García, llamando “huevona” a la panista que pide su desafuero por publicar videos sexuales?
Aunque, viéndolo bien, lo de Fox no es de dar risa, sino más bien ganas de pedirle a AMLO que le regrese la pensión para que contrate un corrector, y ya no escriba burradas.
Hace unos días puso “estubiste” en un tuit contra el presidente. Antes, también dirigiéndose al paisano, anotó: “Ya nos llevávamos bien”. Y más atrás consignó historia sin hache.
Ofendido por las críticas, el ranchero exigió que “lo dejaran de estar chingando”.
Así mismo, es de carcajada loca la iniciativa de Alito Moreno de armar a los mexicanos. El fiscal general de Texas lo pretende, pero solo para los maestros.
Por otra parte, ya llovió -y en Tabasco de qué forma- desde que Cuco Rovirosa, quien gobernó dos periodos Macuspana, donde nació Obrador, sugirió que en vez de petróleo se exporte ¡butifarras!
En Quintana Roo no cantan mal las rancheras: unas horas después del triunfo de Mara Lezama, el diputado Julio Efrén Montenegro Aguilar pidió que su nombre se inscribiera en letras doradas en la Cámara, y la comparó con Marie Curie, dos veces Nobel, y con Simone de Beauvoir, precursora del feminismo. Gracias a Dios, la ahora gobernadora no sucumbió a los ridículos
cantos de la sirena con fuero. Serio era mi amigo, cuando era payaso…