Georges Goubert Panini
Periodista y columnista
Hoy, el “Gran Restablecimiento” de la civilización mundial está escrito por multimillonarios. En este Reset, personas como Klaus Schwab nos dicen que una “cuarta revolución industrial” no solo conducirá a una gran automatización y al uso de la inteligencia artificial en todos los niveles de la sociedad, sino también a una fusión de la humanidad con las máquinas. Personas como Elon Musk y Ray Kurzweil de Google dicen que esta fusión es necesaria para “seguir siendo relevante” en la siguiente fase de nuestra evolución, la evolución serán ahora los nuevos dioses que gobiernan Google, Facebook y el Foro Económico Mundial.
Einstein dijo: “Quiero saber cómo creó Dios este mundo. Quiero conocer sus pensamientos; el resto son solo detalles”.
El Dr. Kurt Lewin, un destacado psiquiatra de la Clínica Tavistock de Londres ha trabajado en un programa para erradicar el patriotismo nacional, la fe en la verdad y el amor a la familia durante todo el período de la Guerra Fría.
La virtud de las multitudes se ha elevado por encima de la virtud del genio y las iniciativas individuales
Y encontró el momento de crear la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1946. La moral de la UNESCO es clara. La tarea que se le ha encomendado de promover la paz y la seguridad nunca podrá cumplirse con la educación, la ciencia y la cultura. Debe considerar alguna forma de unidad política mundial, ya sea a través de un solo gobierno mundial o de otro modo, como la única forma segura de evitar la guerra.
En su programa, enfatiza la necesidad fundamental de unidad política mundial y de transferir la soberanía total de naciones separadas a una organización mundial.
La virtud de las multitudes se ha elevado por encima de la virtud del genio y la iniciativa individuales.
A lo largo de los años, los seguidores de este nuevo culto se han encontrado rápidamente al timón del nuevo barco mundial que es la Tierra, dando luz a unos tecnócratas y oligarcas exclusivamente leales a su casta, capaces de lógica pero no de amor ni de creatividad. Cuanto más piensen estos tecnócratas como computadoras, más se podrá mantener la tesis de que “las computadoras obviamente deben reemplazar el pensamiento humano” y esto es nuestra cuarta revolución industrial.