En un recorte inusitado del juicio a Genaro García Luna; primero solo se llamaron 27 de más alrededor de 70 testigos -por parte de la fiscalía- luego, de 8 semanas que planearon duraría, solo se cumplieron 4; la presentación de pruebas documentales (como videos, audios o comunicación por internet y fotografías) no se realizó, aun contando con un millón de documentos que se recopilaron a lo largo de tres años de investigación. Se privilegió la declaración testimonial bajo juramento, si bien si fue suficiente y concatenada entre los diferentes “personajes” del crimen, el punto de quiebre vino cuando se mencionaron como Vicente Fox, Felipe Calderón, agentes de la DEA, altos funcionarios mexicanos, en fin. El cuerpo del juicio atraería la atención por ser probatorio de que el narcotráfico es un delito de dos vías, se requieren millones de dólares/compradores norteamericanos coludidos con sus autoridades, además –claro está- de los mexicanos que –para sorpresa- se comprueba que no solo fue García Luna, sino Vicente Fox, Felipe Calderón y Genaro, amén de los segundos niveles. El efecto de este proceso sería devastador para ambas naciones de los tiempos de narco estado. Y si algo cuida el gobierno de los Estados Unidos es su imagen en medio de una doble moral. Genaro será declarado culpable de al menos dos de los cinco cargos que enfrenta; (tres por narcotráfico, uno por delincuencia organizada y uno más por falsedad en declaraciones). Del veredicto del jurado se desprenderá una condena no severa que le podrá –en pocos años- dar libertad condicional. A partir de entonces formará parte de una red de sentenciados útiles para “la justicia estadounidense” si bien antes no quiso acogerse como testigo protegido el martes sabremos que la doble moral de Estados Unidos es pragmática, práctica y a-moral. Que informalmente Genaro servía a los intereses de alguna dependencia de los Estados Unidos, desde el gobierno de Vicente Fox el martes lo sabremos. En México según una encuesta reciente refleja que el 84% de mexicanos considera que Felipe Calderón debe ser investigado por sus relaciones con el narco, mientras éste adelantó su fuga con una visa dorada en un país corrupto que lo protege, España. Don Felipe Calderón sin embargo sigue activo en las redes sociales defendiéndose a sí mismo y a su esposa, retuiteando y distrayendo, soñando en volver de alguna forma al poder, influir en elecciones o ser referente de la oposición. Desligado de la realidad, rumbo al mismo sendero de paranoia que Vicente Fox, quizá sea lo mejor cuando la condena social los hunde en el fango por el daño incalculable que ocasionaron a México.