Voces

¿Evadirme en la Crisis?

“No puedes escapar de ti mismo moviéndote de un lugar a otro”.
-Ernest Hemingway

Una madrugada en Cancún, un pescador enfrentó un mar embravecido.

Sus amigos le gritaban:

“¡Deja la barca, corre a tierra firme!”.

Él respondió:

“Si abandono el timón, seguro naufrago; si confío en lo aprendido, resistiré”.

Así se sintió David cuando escuchó voces que lo impulsaban a huir.

La opción humana era activar sus mecanismos de escape tanto físicos como estratega militar como mental, emocional y espiritual, pero la opción de fe fue afirmar:

“Me refugio en el Señor, por qué me preguntan: ¿No sería mejor que huyas y te escondas, saltando a la montaña como ave pequeña?”. Salmo 11:1

En nuestro entorno frágil, ansioso e impredecible abundan voces que invitan a huir: del compromiso, de la esperanza, de la fe.

Noticias de violencia, corrupción y ansiedad social alimentan ese instinto de escape.

El salmo enseña que la verdadera confianza no se apoya en mecanismos psicológicos de escape, sino en la soberanía de Dios.

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Él es refugio seguro en medio de las crisis personales y sociales.

Confiar en Él no es negar el miedo, sino vencerlo desde la certeza de su justicia y verdad.

La fe no es evasión: es permanecer cuando el miedo grita “corre, huye”.

Como el pescador que sostuvo su timón en medio de las olas, el creyente sostiene su vida en las promesas de Dios, quien jamás abandona a los suyos.

Esta semana, cuando tu alma escuche voces que te invitan a huir, responde como David:

“En Jehová he confiado”. No cedas al pánico y ansiedad.

El Dios que gobierna el universo sostiene también tu vida.

Publicado por
Javier