Quizás muchos de nosotros desconocíamos que hoy se festeja el Día Mundial de la Pasta, celebración que inició en 1995, desde Roma, y quien seguramente la estará celebrando con un Fettuccine con trufas es Ricardito Anaya, por aquello que el panista parece ser fan del surrealismo, será que la inspiración de sus alucinaciones provenga del hongo más codiciado del mundo.
Pues ante sus comentarios en contra de la reforma eléctrica del Presidente Andrés Manuel López Obrador, no estaría mal que Anaya Cortés adjuntará sus recibos de luz de la mansión que rentaba en la calle de Bishop Lake Road, en Marietta, Atlanta, los cuales ascendían hasta los 40 mil pesos. ¿Acaso querrá Ricky Riquín Canallín que todos los mexicanos paguen eso?
Quien seguramente degustará ravioli en salsa de Roquefort Société será el exgobernador oaxaqueño Ulises Ruíz Ortiz, ya que al igual que los ravioles, parece ser que guarda muchas cosas en su interior, pues ante sus comentarios sobre buscar la unidad entre los partidos de oposición, y que no sea el principal quien elija candidato para el 24, habrá recordado sus triquiñuelas con Roberto Madrazo, cuando a base de puro valor mexicano lo impusieron en la boleta presidencial.
Estimado Ulises, ante tu expulsión del PRI, dirigido por Alejandro Moreno, no sería mala idea que pienses en la jubilación, quizás podrías platicarlo con la exsecretaria particular de Roberto Madrazo, María Luisa Pequeño, a lo mejor ella podría darte algún consejo.
¡Ah, lo olvidaba!, quienes seguro celebrarán también este día con una lasagne de 5 niveles, serán las y los senadores Emilio Álvarez, Germán Martínez, Gustavo Madero, Nancy de la Sierra y Alejandra León. Por aquello que Ricardito Monreal, accedió a algunos caprichos de dicho grupo.
¿Se cumplirá la máxima que el Senado es como una rocola, si no le pones moneditas simplemente no suena?
POST-IT
¿Será que el Subsecretario de Infraestructura, Jorge Nuño Lara, es fanático de la Cenicienta?, ya que en Acapulco, el itamita asemejo al ratoncito “Gus-gus”, pues a su guayabera, al parecer le faltaba el último botón.