El 4 de marzo de 2022 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el “Decreto por el que se establecen estímulos fiscales complementarios a los combustibles automotrices”, el cual tiene como objetivo proteger el poder adquisitivo de los hogares mexicanos al evitar incrementos en términos reales en los precios al público de los combustibles y del crudo, así como el tipo de cambio.
Este estímulo es complementario al del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IESPS) y está dirigido a los contribuyentes que son los productores e importadores de los combustibles, cuando realizan la venta de primera mano en territorio nacional; dicho estímulo tendrá impacto en todas las operaciones subsecuentes beneficiando al consumidor final.
Desde el punto de vista operativo y de control, el diseño del estímulo y las reglas emitidas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) para facilitar su aplicación, permiten la adecuada supervisión por parte de las autoridades fiscales y así garantizar la atención ágil en los trámites de devolución.
A partir de lo anterior, se pretende mantener un control adecuado de las ventas de primera mano, lo que permitirá devoluciones expeditas y evitará incrementos en el precio de los combustibles automotrices. De esta manera se protege la economía de los hogares mexicanos.
Sin duda que este estímulo tiene cuatro grandes finalidades: primero: mantener un control adecuado de las ventas a primera mano. Segundo: evitar el incremento en los precios al consumidor final, con lo cual se protege a la economía nacional. Tercero: proteger el poder adquisitivo de la moneda mexicana. Cuatro: permitir una adecuada supervisión por parte de las autoridades fiscales para evitar su aplicación indebida y en consecuencia agilizar los trámites de devolución.
Cabe recordar que en nuestro país existe la libre competencia en la venta de los combustibles, lo que significa que el gobierno federal no establece los precios al consumidor final, ya que este lo determinan las empresas dedicadas a este giro, considerando diversos factores, como pueden ser: los precios internacionales de los combustibles, los costos de traslado y operación, los impuestos causados, así como el margen de ganancia que pretenda obtener cada distribuidor. Esta circunstancia le da la libertad a los consumidores de elegir adecuadamente a los distribuidores de este energético que se utiliza para impulsar las cadenas de operación y distribución.