Por Antonio Ramos
Barker definió a la ciudad como un “agregado de escenarios conductuales”. Idealmente una ciudad es un gran escenario conductual, un lugar diseñado, ajustado y equipado adecuadamente para permitir que ahí se desarrollen o se lleven a cabo determinadas actividades sociales, y debo decir, estas pueden ser buenas o malas; es decir, el lugar y el comportamiento que ahí acontece se encuentran estrechamente asociados uno con el otro. En el caso de la concepción de lo que es una ciudad, la conducta de cada uno de los habitantes y las influencias culturales están estrechamente vinculados; la conducta de cierta clase tiene lugar en cierto lugar físico o ambiente construido de la ciudad de acuerdo con lo estipulado por las concepciones, por las autoridades, las costumbres, los valores, y por supuesto, por la corrupción. Una ciudad mal planeada, e incluso sucia, trae consigo niveles altos de violencia y otros problemas sociales.
Durante la presente administración municipal en Solidaridad, han podido observarse con más claridad algunos efectos adversos de la pésima urbanización (que se viene arrastrando desde administraciones pasadas), caótica y descontrolada, no solo en sectores que históricamente solían ser los menos favorecidos de la población sino en todo el municipio: pobre calidad de unidades habitacionales, calles en mal estado, pésimo sistema público de transporte de pasajeros, colapso de tapas de registros de la CFE por donde sea, sistemas sanitarios deplorables y deficientes, problemas de hacinamiento principalmente en colonias populares como la Guadalupana, Villas del Sol, Villas Riviera, etcétera, escasez continua de agua en diferentes zonas, falla en el suministro de energía eléctrica periódicamente, escasez de áreas verdes urbanas y parques públicos atractivos y útiles, lo que ha traído como consecuencia el incremento en la criminalidad, delincuencia juvenil, alcoholismo, violencia, violencia de género, suicidios, depresión e incremento en el número de divorcios; y de todas estas últimas problemáticas sociales el estado de Quintana Roo parece ser que va a la cabeza en todo el país. No podemos dejar a un lado el impacto en la biodiversidad, y funcionamiento de los ecosistemas urbanos.
La próxima administración municipal tiene un enorme reto por delante, porque se enfrentará a un municipio no solo saqueado sino también en estado deplorable. La reconstrucción de Playa del Carmen, y de todo Solidaridad, tomará tiempo, y para ello se requiere la participación de todos nosotros.