ANTONIO ATTOLINI

El paquete de reformas constitucionales presentado por el Presidente López Obrador se inscribe en un profundo proceso de transformación del Estado y la sociedad, que puede conceptualizarse como un “cambio de régimen”. Este enfoque no solo implica una alteración en las estructuras de poder y administración, sino también un cambio paradigmático en la relación entre el Estado y el poder.

La propuesta de reconocer legalmente a los pueblos indígenas y afroamericanos, asegurándoles una participación directa en las decisiones que los afecten y un acceso justo a los recursos presupuestarios, es un claro ejemplo de este cambio de régimen. Se busca pasar de un Estado históricamente centralizado y excluyente a uno plurinacional, que reconozca y valore la diversidad como pilar de la cohesión social y la justicia.

La reforma en materia de seguridad social, que propone la universalización de la pensión para adultos mayores y la ampliación de becas para estudiantes de familias en situación de pobreza, evidencia un compromiso con la redistribución de la riqueza y la garantía de derechos fundamentales. Estas medidas se inscriben en la visión de construir un Estado de bienestar más robusto y equitativo, que contrarreste las desigualdades estructurales y fomente la inclusión social.

El énfasis en la atención médica gratuita universal, el acceso a la vivienda digna para los trabajadores y la protección del medio ambiente y los derechos de los animales reflejan una perspectiva integral del bienestar y la sostenibilidad. Se trata de reconfigurar el rol del Estado como garante de derechos y promotor de un desarrollo que sea sostenible en lo ecológico, lo económico y lo social.

Las reformas en materia laboral, educativa y de infraestructura, como el impulso a los trenes de pasajeros y la garantía de servicios de internet, apuntan a modernizar el país y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, asegurando que los avances tecnológicos y las mejoras en la infraestructura beneficien a toda la población y no solo a unos cuantos.

Finalmente, las reformas políticas propuestas, que incluyen una profunda reestructuración del sistema electoral y judicial, así como la adopción de la austeridad republicana, buscan renovar las instituciones democráticas y hacerlas más transparentes, eficientes y cercanas a la ciudadanía. Estas medidas son fundamentales para consolidar un cambio de régimen que no solo transforme las estructuras de poder, sino que también renueve la confianza en las instituciones y fortalezca la democracia.

En conjunto, este paquete de reformas constitucionales representa un esfuerzo audaz y visionario por redefinir el contrato social en México, orientándolo hacia la justicia social, la inclusión y la sostenibilidad. Como militante de Morena y diputado comprometido con el proyecto de nación que nuestro movimiento propone, veo en estas reformas el camino hacia la consolidación de un nuevo régimen que responda verdaderamente a las necesidades y aspiraciones del pueblo mexicano.