Durante una epidemia los gobiernos deben aplicar acciones que nunca usarían en tiempos normales, todos los países democráticos se encuentran frágiles y la historia de China nos hace cuestionar sobre los métodos autoritarios.
Los líderes de todo el mundo tienen el gran reto de mantener a salvo a la gente con la escasa información que se tienen sobre la actual crisis y sobre todo hacerlo sin parar el mundo.
La única forma de cuidar a la ciudadanía es resguardándola en casa, por lo que esto implica que todos las industrias se vean afectadas, está comenzando una catástrofe económica que podría ser mucho peor que el mismo virus. En el mundo globalizado en el que vivimos actualmente nos encontramos con la gran tarea de innovar ideas que apoyen al sector empresarial a cumplir con la misión de su organización, manteniendo a las personas a salvo de contagios, sin parar por completo el flujo de caja para evitar la catástrofe económica.
En esta situación debemos tomar una actitud flexible, para poder adaptarnos a todos los cambios que se aproximan, es necesario pensar de forma creativa y de manera rápida con el propósito de planificar los escenarios y desarrollar modelos de negocios resilientes. El problema de muchos líderes es que no tienden a pensar en los inesperado, por lo que enfrentar una crisis supone un reto mucho más grande ya que dan por hecho un sistema que funcionaría en un futuro sin tener listo un plan B.
El coronavirus es un claro ejemplo de que hay que esperar lo inesperado, probablemente esta no será la última pandemia que vivamos, por lo que ningún gobierno esta exento de vulnerabilidad frente a una situación de crisis.
Todos los países democráticos han tenido que aplicar medidas de emergencia como toques de queda y prohibición de reunión, situación que no se toleraría en tiempos normales, por lo que se da pie a cuestionar si los regímenes totalitarios realmente funcionan.
Claro está que los países democráticos tardaron en poner restricciones ya que fue necesaria una serie de discusiones, votaciones y censos dentro de los gobiernos para aplicar las medidas necesarias para proteger a todos sus ciudadanos, por lo que creo que los sistemas democráticos al día de hoy no han sido inferiores a los regímenes autoritarios frente a la actual emergencia de salud debido al coronavirus.
La prensa ha jugado un papel importante, ya que dentro de un sistema democrático se puede opinar sobre las medidas que el gobierno esta tomando frente a la actual crisis y se puede señalar abiertamente cuales han sido las fallas, dentro de un sistema autoritario esto sería imposible.
Hoy se podría pensar que las medidas autoritarias aplicadas en Asia son el remedio para combatir el coronavirus, ya que los chinos han podido regresar paulatinamente a la normalidad, tan es así que los ciudadanos de Wuhan pueden viajar de nuevo, pero no hay que perder de vista que las medidas que tomaron carecen de una gran transparencia en comparación a los sistemas aplicados en países democráticos.
Todas las medidas de emergencia tienen fecha de caducidad, la democracia es un bien tan precioso como delicado, por lo que basta una serie de decisiones erróneas para poner en riesgo sus pilares fundamentales que son el respeto a los derechos fundamentales, responsabilidad del Gobierno.