Aún no es el peor escenario, pero era previsible, que en la medida que avanzara el proceso de selección la intensidad elevara los reclamos de los contendientes cuando sabemos que muy fácilmente pueden cuestionar el desarrollo del proceso. Marcelo Ebrard lo sentenció y en un discurso veladamente amenazante fijó su posición; la preselección de las casas encuestadoras este jueves 17 despertaron más suspicacias que certeza; Malú Micher, representante de Marcelo rechazó avalar el sorteo donde se definió a las 4 empresas que realizarán las encuestas de quien se convertirá en el candidato presidencial, luego de que no resultó seleccionada ninguna de las 2 propuestas de Ebrard. Igualmente se inconformaron representantes de Adán Augusto López y Ricardo Monreal porque quedaron sorteadas dos de las empresas finalistas que no cumplen con los lineamientos establecidos por el Consejo Nacional de Morena.
Por su parte como efecto inmediato a la conferencia
de prensa de Ebrard del miércoles el partido Movimiento Ciudadano hace suya la denuncia de Marcelo para presentarla al INE por el presunto desvío de recursos públicos y participación de funcionarios en la precampaña de Claudia Sheinbaum, por medio del coordinador de su bancada Jorge Álvarez Máynez en la Cámara de Diputados.
Es muy pronto para que la desunión prevalezca
y más aún para que los señalamientos puedan ser judicializados por otros actores externos que tienen gran interés en descarrilar el proceso interno de Morena y se mantiene expectante tanto al INE como al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, además de que sabemos cómo se las gastan estas dos instituciones.
Hasta el día 6 de septiembre se conocerá
el resultado de las encuestadoras y a su vez el nombre de cada empresa
que llevó a cabo la consulta; mientras eso ocurre
brigadas paralelas buscan evidencias de lo sentenciado por Marcelo Ebrard, igual será por parte de algunos partidos oportunistas con
el fin de viciar el proceso y obstaculizar cualquier tendencia positiva para le coalición de Morena. El clima se va enrareciendo cada día, y la virtual precampaña y campaña anticipada puede entrar en un escenario que a nadie favorecería, bueno si, perdón, que solo beneficiaría a los sectores de derecha que apuradamente tienen un 28 % de preferencias electorales.