Recuerdo que en octubre del año pasado la empresa quintanarroense Sac-Tun antes Calica, se pavoneó en ser contribuyente con el medio ambiente.
Recordemos que es la misma que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció en una de sus conferencias matutinas que está en búsqueda de un acuerdo para convertir en un atractivo turístico la inmensa sascabera de la que por años se extrajo material pétreo del subsuelo de Playa del Carmen para exportar a Estados Unidos.
En ese entonces dio una inversión inicial de 1.5 millones de dólares, para la conservación del Arrecife Mesoamericano.
Señalaron el compromiso de Sac-Tun con la comunidad, el desarrollo sustentable y la conservación del medio ambiente que se reafirmaba a través del modelo de sustentabilidad, el cual forma parte de la filosofía de la empresa y se integra en las estrategias de la empresa de manera transversal, buscando la participación con organizaciones de la sociedad civil e instituciones académicas y gubernamentales.
La empresa quintanarroense Sac-Tun, junto con reconocidas organizaciones e instituciones aliadas, presentó reitero “en aquel entonces” su primer Informe de Sustentabilidad que comprendía resultados, acciones y avances alcanzados en 2020 en su Modelo de sustentabilidad; la estrategia ambiental; respuesta ante el Covid-19; y acciones con colaboradores y vinculación con las comunidades.
De acuerdo con información que se proporcionó, en diciembre de 2020, el Wildlife Habitat Council (WHC) certificó la nueva Estrategia Ambiental de Sac-Tun como parte de su programa “Conservación de la Biodiversidad y los Servicios Ambientales en el Arrecife Mesoamericano”. Esta certificación reconoce los esfuerzos específicos de la estrategia y el compromiso de SAC-TUN con la conservación ambiental en sus terrenos y fuera de ellos.
La empresa con capital mexicano, está asociada con la estadounidense Vulcan Materials Company, la cual demandó a México cuando no se le renovó la concesión para continuar extrayendo material pétreo.
La propuesta de AMLO es que el agua turquesa que emana del manto freático por las profundas excavaciones de la mina sea rehabilitada como zona turística, como albercas naturales, buscando un acuerdo, pero que ya no se siga destruyendo y que retiren su demanda, porque no tiene fundamento legal y en caso de que la empresa no acepte la propuesta, se planteará la compra de más de 4 mil hectáreas que entonces contemplará además parques públicos y actividades turísticas.
Todo ello porque la empresa tiene una concesión sin fecha de vencimiento otorgada por el gobierno de Ernesto Zedillo antes del 2000, de ahí la continuidad de trabajos en uno de los tres predios de su planta en Playa del Carmen, entonces ¿era denunciable o no denunciable?, pero saque usted sus propias conclusiones, punto y final.