A pesar de las controversias que se registraron al inicio de la presente semana acerca de que los trabajadores mexicanos que buscaran su jubilación o pensión permanente a través del IMSS tras cumplir 30 años de trabajo o más de 1 mil 250 semanas cotizadas, sólo recibirían 10 salarios mínimos de liquidación mensual, el director general de la institución, Zoe Robledo, salió a acallar los rumores con declaraciones contundentes.
En Cancún, donde la mayoría de los trabajadores que están adheridos a la Ley del Seguro Social referente a Pensiones y Jubilaciones a partir de 1997, acudieron a la institución en sus diversas sedes, para salir de dudas porque ese rumor soltado con malicia desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación, causó prurito e incertidumbre.
Sin embargo, fue tanta la presión y el desplazamiento de trabajadores y asegurados en Quintana Roo, que la recien nombrada delegada del IMSS, Xóchitl Refugio Romero Guerrero, acalló las voces discordantes con el pronunciamiento hecho por el director general minutos antes, para reiterar que el Instituto Mexicano del Seguro Social respetará los 25 salarios mínimos como base de jubilaciones.
Y llegó la calma tras las agitación de trabajadores, jubilados y hasta retirados con pensión, donde el clima de incertidumbre movilizó a todos por igual.
Al final, mejor la reiteración de la autoridad del IMSS de que si bien es cierto que habrá jubilados que solo tendrán una base de retiro de 10 salarios mínimos -porque así lo firmaron en el Acuerdo de 1993 y los del año 1997, gozarán de los privilegios que han sumado por más de 30 años de labor ininterrumpida.
Luego de ese impasse forzoso, todos los afiliados a la institución con mayor presencia en la atención a la salud y en la protección social de los mexicanos, definieron que permanecerán con el pago de sus aportaciones para alcanzar en el mediano plazo, los beneficios de pagar cuotas de asegurado y por ende, jubilaciones estables, con emolumentos decorosos.
Si bien es cierto que debido a la falta de planeación del gobierno federal, en apariencia, se registraría una crisis financiera por tantos pagos de pensiones y jubilaciones, con un alto monto que sumado, según estadísticas de los financieros del regimen, alcanzaría en el 2020 poco más del 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Empero, las duras reacciones de asegurados que quizá vieron por momentos que la presente administración gubernamental les bajaría sus percepciones para jubilarse con decoro, hizo que la institución y el propio sistema diera marcha atrás para que las pensiones se quedaran en los 25 salarios mínimos.
Hay que apuntar que la función principal del IMSS es la de brindar tranquilidad y estabilidad a los trabajadores y a sus familias, ante cualquiera de los riesgos especificados en la propia Ley del Seguro Social.
Y así seguirá sin dificultad o con la disipación de dudas de agremiados a la institución, que sin queja grave, el IMSS cumplirá con sus preceptos legales y constitucionales, de salvaguardar la salud de todos los mexicanos afiliados a la institución.
No hay duda de que así se cumplirá al pie de la letra.