Categorías: Crimen y Castigo

Pedir un “Caldo de pollo”

POR: ALEJANDRO PALOMEC

El mundo del internet y las redes sociales se ha vuelto parte de nuestro ámbito cotidiano, en las últimas dos décadas ha cambiado la forma en la que nos comunicamos, conocemos y trabajamos; también ha hecho emerger otras cosas negativas como la pornografía infantil.

Frecuentemente escuchamos o vemos notas policiacas relacionadas con la distribución, la detención de alguna persona o terminación de una red de pornografía infantil, como hace unos días en nuestra ciudad.

El internet ha facilitado el alojamiento, tráfico e intercambio mediante los espacios que facilita, hace que desaparezcan las fronteras y puedan acceder a los contenidos, por ello, los consumidores de este material se han adaptado con un perfil bajo, casi normal y gracias a la participación de los ciber-voluntarios que alertan sobre páginas con contenido pedófilo deben mantenerlo así.

Con cada noticia que aparece sobre pornografía infantil se activa un estado de alarma social sobre la facilidad de acceso a los sitios con contenido pornográfico y el miedo a que cualquiera de un entorno cercano pueda ser un pedófilo.

Muchos tal vez se preguntan, ¿cómo es posible que exista tanta pornografía infantil en internet? ¿cómo encuentran material tan delicado y prohibido en la red?

La respuesta es, juego de palabras. Debido a que los organismos internacionales y nacionales siempre están alertas de ciertas palabras, los criminales han evolucionado en los términos que usan y buscan en Google.

Al principio era más sencillo se usaban acrónimos o juegos de palabras con las iniciales de child pornography como: CP, código postal, club penguin, caldo de pollo.

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Ahora usan términos más discretos como pizzame o cierto orden de emojis.

Hay un elemento a considerar en el comportamiento y la evolución de este crimen, y es la participación de la ciudadanía que denuncia constantemente.

Los denunciantes por lo general son internautas que accidentalmente se topan con estas páginas, fotografías o vídeos, por ejemplo, una madre que buscaba algún artículo para su bebé o un joven en búsqueda de grupos en facebook.

¿Quién debe detener esto? Nosotros ¿cómo? denunciando cuentas, números, páginas, whatsapps, incluso a todas aquellas personas que almacenan o muestran este contenido.