Algún día en el futuro, alguien escribirá un tomo llamado “La decadencia y caída del Imperio Occidental” que puede incluir, doce capítulos: Primera Guerra Mundial. Segunda Guerra Mundial. Corea. Vietnam. Palestina. Irán. Nicaragua. Afganistán. Irak. Siria. Ucrania. Taiwán.

Digo que la Europa “donde nací y crecí  ya no existe”. Los líderes europeos, por ignorancia y arrogancia, descuidan las realidades geopolíticas existentes y los principios básicos de la diplomacia, lo que ha creado una situación peligrosa.

 Me parece que Europa necesita a Rusia más de lo que Rusia necesita a Europa. 

¿Realmente le interesa al Viejo Continente tratar a Moscú como un enemigo, empujándolo hacia Beijing? Hoy en día, los europeos están cada vez más desilusionados y desesperados, lo que podría conducir a unos desórdenes masivos y a una violencia antigubernamental.

Europa está viviendo en el pasado. Lo cierto es que la caída física de un imperio siempre es precedida por su caída espiritual. ¿En qué consistió esta caída espiritual?

Primero, hubo dos generaciones de guerras euro americanas (“mundiales”) con sus sacrificios humanos genocidas y sádicos. Esto condujo al colapso de los estados nacionales y de las identidades nacionales, al menos en Europa occidental. En segundo lugar, ha habido dos generaciones de guerras culturales diseñadas para romper la vida familiar. El primero comenzó en la década de 1960, con la aparición de padrastros, madrastras e hijastros, sin conexión biológica entre ellos, lo que creo una ruptura de la vida familiar que se ha producido durante dos generaciones y que ha provocado, durante la última década, una guerra de sexos.

Los niños no tienen modelos a seguir de padre/madre, por lo que  ellos ahora no saben quiénes son y cómo comportarse y tener relaciones. 

Y en segundo, estamos presenciando la gran confusión, la invención del Padre UNO y el Padre DOS, el “matrimonio” homosexual legalizado en casi todas partes, promovido por cada vez más políticos homosexuales, y la adopción de niños por parejas del mismo sexo. Es el final del Imperio Romano, lo que hoy se llama actualmente Mundo Occidental.

¿No les parecen que estamos sobre el mismo camino que Sodoma y Gomorra?